Y Batman desplegó sus alas en Eurovisión

Eurovisión
  • Teresa Giménez Barbat
  • Escritora y política. Miembro fundador de Ciutadans de Catalunya, asociación cívica que dio origen al partido político Ciudadanos. Ex eurodiputada por UPyD. Escribo sobre política nacional e internacional.

Sí, Batman. Por si alguien no lo recuerda o lo desconoce, cuando los terroristas gazatíes cometieron en Israel el 7 de octubre de 2023 una de las peores masacres de las que se tienen noticias, también se llevaron a 251 israelíes como rehenes. Entre ellos a la familia Bibas que, tras ser separada del padre, fue asesinada en cautividad. Una madre y dos niños, uno de 9 meses y otro de 4 años. Unos pequeños que no tardaron mucho en ser brutalmente asesinados. La madre sobrevivió unos días más; puedo imaginar en qué estado de ánimo. Y antes de que se conocieran estos abominables hechos, personas en todo el mundo, aún con esperanza, no sólo en Israel, clamaron pidiendo su liberación y regreso. Las imágenes de esos niños pelirrojos, de pelo casi anaranjado, se volvieron icónicas. Y una de ellas fue la de Ariel, el mayor, disfrazado de Batman y corriendo hacia el atardecer, jugando a volar. Nadie puede verla sin sentir un desgarro.

Ignoro si el motivo real de que Yuval Raphael, concursante de Israel en el festival y superviviente ella misma de la carnicería, vistiera un traje negro con unas mangas anchas en los antebrazos fuera rendir homenaje al pequeño Bibas y a su familia. Pero si se tratase de mera casualidad y yo frecuentara la afición por lo sagrado y lo místico, que no es el caso, diría que el efecto fue como un milagro. Ante los ojos de los espectadores de todo el planeta, ahí estaba Batman desplegando pletórico sus alas por encima de todo mal. Triunfante.

¡Israel obtuvo el primer puesto en las votaciones de la audiencia mundial y quedó segunda en el certamen! Nuestro Gobierno y otros gobiernos de la izquierda radical europea se sienten ofendidos porque la gente haya votado lo contrario que ellos deseaban pese a las campañas. Hubieran querido incluso que Israel no participase. Que les echasen. Nuestro imperdonable Pedro Sánchez llegó a decir que «nadie se llevó las manos a la cabeza» cuando se exigió la salida de Rusia del concurso eurovisivo. Como si comparar un estado agresor con un estado agredido, Israel, tuviera algún sentido.

Ahora ven lo poco que nos representan. En Suiza, sede este año de Eurovisión, se produjeron violentas protestas contra Israel. Pero los espectadores suizos le dieron 12 puntos. También en Portugal, donde a pesar de que 72 concursantes firmaran una carta exigiendo la expulsión de Israel del concurso, el público le dio 12 puntos. En el Reino Unido, Finlandia, Suecia, Noruega, Francia y Países Bajos en Europa, pero también en Australia, las manifestaciones contra Israel han sido numerosas. Pero el público les votó con generosidad. Y qué decir de Irlanda, otro país que exigió su expulsión y que le dio 10. El caso de España fue especialmente sangrante pues, antes de que sonase la canción israelí, mostró en pantalla la frase «Justicia para Palestina». Y los espectadores le concedieron a Israel 12 puntos. A pesar de este Gobierno antisemita e insensato, el nuestro fue de los más entregados y pródigos. ¿Cómo ha podido suceder tal cosa?

Pues muy sencillo. Los politiquillos de la izquierda y los antisemitas tradicionales de los dos bandos son incapaces de ver lo que la sociedad española y la europea tienen muy claro a estas alturas: que la gran amenaza de nuestra sociedad es el yihadismo. Entienden perfectamente qué pasó el 7 de octubre en Israel, al igual que entendieron la matanza de Atocha, el atentado de Charlie Hebdo, el horrendo tiroteo en la sala Bataclán o esos atropellamientos y apuñalamientos que se dan tan a menudo en diversas ciudades de todo el mundo. Los que no se enteran son ellos, presos de su ideología. ¡Si lo saben hasta los jueces del único país que otorgó 12 puntos a Israel: Azerbaiyán, de mayoría musulmana!

Y ahora dicen que esos votos estaban «politizados». Como si el de los jueces de los países concursantes no lo estuviera. Como si no lo hubieran politizado ellos mismos. Y aquí tienen la radiografía: España ha querido que tener a Israel en primer lugar y de segundo a Ucrania, dos países victimizados por la ignorancia, el autoritarismo y el terror. Por eso está un poco más claro ahora que les vamos a vencer. Así que vuela alto, Ariel, pequeño Batman. ¡Ojalá tu sacrificio traiga la paz! Nosotros nunca te olvidaremos.

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