En Jumilla no se ha prohibido el Ramadán

Jumilla es una población famosa por sus vinos, situada en el norte de Murcia, con 27.000 habitantes, de los que, oficialmente, un 10% son inmigrantes musulmanes, aunque los jumillanos no se creen esa cifra y dicen que son muchos más. Además, a las celebraciones musulmanas celebradas en años anteriores en el polideportivo municipal acuden habitualmente personas de otras poblaciones de los alrededores, resultando multitudinarias para una población tan pequeña. Los jumillanos cuentan que, si bien el islam prohíbe el consumo de alcohol, cuando se juntan tantos en esas fiestas masivas, muchos incumplen esa restricción y siempre hay peleas y aumentan las agresiones y los robos.
Numerosos medios de comunicación han publicado un titular que más o menos dice que «PP y VOX prohíben la celebración de actos islámicos en Jumilla». Es mentira. Otra noticia falsa que rápidamente se difunde por las redes sociales y que muchos medios explotan buscando visitas. Tan solo hay que consultar la página web del Ayuntamiento de Jumilla para comprobar en su apartado de noticias de actualidad que, en el pleno ordinario del pasado 28 de julio decayó una moción presentada por VOX para «la defensa de los usos y costumbres del pueblo español frente a las prácticas culturales foráneas como la Fiesta del Cordero u otras conmemoraciones similares ajenas a nuestras tradiciones». Esta propuesta de VOX no fue aprobada.
El grupo del Partido Popular en el Ayuntamiento de Jumilla presentó una moción por la que, a diferencia de lo que quería VOX, sólo se propuso modificar el reglamento de instalaciones deportivas con el fin de que «no se pueda realizar ninguna actividad ajena al deporte, a no ser que esté promovida por el Ayuntamiento». Esta moción del PP fue finalmente aprobada con 10 votos a favor del grupo popular, pese a los 9 votos en contra del PSOE, 1 voto en contra de IU-Podemos, y la abstención de VOX, gracias al voto de calidad de la alcaldesa, Severa González, del PP. Es decir, la moción fue aprobada exclusivamente por el PP.
No se han prohibido las celebraciones islamistas en Jumilla, no se ha vetado la Fiesta del Cordero y el Ramadán en la localidad murciana, ni tampoco se han proscrito las celebraciones islámicas en lugares públicos. Nada de esto que se ha publicado es verdad. A propuesta del PP y con la abstención de VOX, a partir de ahora sólo se podrán llevar a cabo en las instalaciones deportivas municipales, acontecimientos deportivos y culturales, cuando sean promovidos por el propio Ayuntamiento, que no es lo mismo. La modificación de la ordenanza finalmente aprobada por el PP en solitario no habla de ninguna religión ni nacionalidad de origen, sino de garantizar que las instalaciones deportivas se usen exclusivamente en las actividades para las que fueron construidas.
Esto ni siquiera es ninguna novedad. Son muy numerosas las localidades que se han negado a ceder sus instalaciones municipales anteriormente, cuando se han solicitado para este mismo tipo de celebraciones. Y la negativa nunca ha sido argumentando el origen islamista de la fiesta que se pretendía realizar, sino que se han rechazado por motivos logísticos, de seguridad o sanitarios, igual que ha hecho el Ayuntamiento de Jumilla.
Los medios progres usan esta noticia falsa para atacar al PP y a VOX tratando de confundir a su audiencia haciéndoles creer que son lo mismo. Los partidarios de VOX intentan ocultar que su moción fue rechazada, apuntándose un cambio en el reglamento que ellos no han votado. Y la prensa partidaria del PP, probablemente, ni se ha enterado de lo que ha pasado.
La próxima primavera los musulmanes volverán a celebrar en Jumilla el final del Ramadán y la Fiesta del Cordero en cualquier lugar público con la única excepción del polideportivo municipal que han venido utilizando hasta ahora. Entonces ya muchos se habrán olvidado de la noticia falsa difundida este verano, que habrá sido tapada por todas las que se publicarán hasta entonces. Volverán los mismos robos, peleas y altercados, algunos repetirán que estamos siendo invadidos y otros que hay que defender la cultura española de estas prácticas que vienen de fuera. Pero, lamentablemente, casi nadie se acordará de que, por encima de los intereses partidistas o de los índices de audiencia, nuestra principal obligación es siempre contar la verdad.