La agresora Rita Maestre debe dimitir

Rita Maestre Ortega Smith

Pese a que mi artículo se encuentra dentro de la sección de opinión, tengo que empezar hoy haciendo un relato de unos hechos que no son opinables, porque están recogidos en un vídeo en el que, desde diferentes ángulos, se observa perfectamente lo que ocurrió el viernes pasado en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid. Nadie puede negar que lo que se ve en esas imágenes es al portavoz de Vox, Javier Ortega Smith, bajando del estrado después de terminar su discurso y que, al pasar por delante del escaño ocupado en primera fila por el concejal de Más Madrid, Eduardo Fernández Rubiño, escucha algo que éste le dice, se acerca a él, le encara y, en un gesto claramente airado, golpea con los papeles que lleva en la mano los objetos que se encuentran sobre la mesa, entre ellos una botella pequeña de plástico vacía que sale despedida de la mesa sin impactar contra el concejal.

Sentada junto a Eduardo Fernández Rubiño estaba la portavoz del grupo municipal Más Madrid, Rita Maestre, pero en el momento en que Ortega Smith baja del estrado ella se levanta y comienza a recoger sus cosas dando la espalda al de Vox y a su compañero, por lo que es evidente que no ve nada de lo ocurrido hasta que se gira al escuchar las voces que comienzan tras el vuelo de la botella vacía. Sin saber lo que ha pasado Rita agrede físicamente al concejal de Vox golpeándole en el hombro para apartarlo del escaño y comienza una actuación de teatro que será candidata a los premios Max en la categoría de ópera bufa, por el cante que da.

Recordemos que Rita no ha visto lo que ha sucedido. Ni siquiera ha hablado con su compañero para que le cuente su versión, pero inmediatamente después de agredir físicamente a Ortega Smith comienza a hacer aspavientos con la boca abierta por el asombro, como si hubiera visto a un hijo golpeando en la cara a su padre octogenario con un calcetín sudado. Con el brazo extendido apunta con el dedo, acusadora, al de Vox. Se abraza a su compañero en actitud defensiva y consoladora y del abrazo pasa a apartarlo hacia atrás en un gesto que se puede interpretar como defensivo, para intentar alejarlo de un violento agresor que quizá vuelva a rematar en el suelo a la indefensa botella de plástico vacía; o quizá pueda ser como diciéndole a su compañero, apártate que no sabes y de esto ya me encargo yo.

La actuación de la portavoz de Más Madrid continúa cuando coge el micro y toma la palabra. Aunque todos hemos visto que Ortega Smith no ha tocado a su compañero sino que, en un gesto de rabia por las palabras que ha escuchado y de las que todavía no hemos hablado, lo único que ha hecho es golpear con unos folios sobre la mesa, provocando que una botella vacía cayera al suelo sin tocar a nadie; a pesar de que Rita no lo ha visto porque estaba de espaldas y ni siquiera se ha preocupado por preguntar a alguien que se lo explique, la portavoz de Más Madrid se inventa que «se acaba de producir una agresión física» y en un tono y con una actitud dignos de la más estricta gobernanta inglesa, le ordena a Ortega Smith que, inmediatamente se levante y le pida perdón a su compañero.

Sin empezar aún con mi obligación de dar una opinión sobre lo ocurrido, continúo describiendo unos hechos que, insisto, están grabados por las cámaras del Pleno y son, por tanto, indiscutibles. Ortega Smith pidió perdón como le había ordenado la dominatriz roja así que ésta, sorprendida, látigo en mano, tuvo que elevar su nivel de dominación exigiendo ya la dimisión del concejal de Vox. Finalmente a la charlotada se unió el alcalde de Madrid, José Luís Martínez Almeida, a quien las cámaras no enfocan cuando ocurrió el incidente, por lo que no sabemos si pudo ver en directo lo que ocurrió o simplemente decidió creerse la farsa montada por la oposición de extrema izquierda. Almeida aceptó el papel secundario de Torquemada y condenó a Ortega Smith a la hoguera, calificando su actuación como una «agresión absolutamente inaceptable», exigiéndole que entregue el acta y dimita como concejal.

Otro hecho indiscutible son las múltiples agresiones físicas que han sufrido distintos miembros de Vox por parte de delincuentes de extrema izquierda, como Rita Maestre, que recordemos fue condenada por su participación en el violento asalto a la capilla de la Complutense. A los de Vox los han apedreado, los han golpeado, han destrozado sus carpas, han vandalizado sus carteles y sus sedes en numerosísimas ocasiones, con el silencio cómplice de Rita Maestre y todos sus compañeros.

La única agresión física absolutamente inaceptable se produce cuando la dominatriz roja, Rita Maestre, golpea en el hombro a Ortega Smith con tanta fuerza como para apartarlo de su bancada. Agresiones verbales existen varias, la primera proviene del concejal de Más Madrid, Eduardo Fernández Rubiño, quien ha dado dos versiones acerca de lo que dijo, que se pueden resumir en que Ortega Smith le da asco o que le parece asqueroso. Lo dijo en el momento y más tarde se reafirmó y confirmó que lo mantiene. La segunda agresión verbal la protagoniza Rita Maestre fingiendo que ha ocurrido algo que todos vemos que se ha inventado y acusando falsamente de una agresión física ficticia. Y finalmente el alcalde de Madrid agrede también al representante del único partido con el que el PP puede alcanzar acuerdos que le permitan gobernar y ojalá más pronto que tarde, derogar el sanchismo.

Hasta aquí los hechos que nadie podrá negar, porque se ven claramente en todas las grabaciones. Mi valoración de los mismos es breve, Rita Maestre debe dimitir por agredir físicamente a Javier Ortega Smith y por mentir, y el alcalde Almeida debe reflexionar para no volver a confundir a sus únicos aliados con sus muchos enemigos.

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