Este animalito pone en jaque a los agricultores murcianos: está protegido y vive en zonas de cultivo

En Murcia, un pequeño reptil enfrenta a agricultores y conservacionistas. Su valor ecológico es incuestionable, pero su presencia en áreas de cultivo ha generado incertidumbre en un sector que sostiene buena parte de la economía regional.
Mientras el campo expresa preocupación por posibles limitaciones, las autoridades insisten en que la actividad agrícola y la protección de la especie pueden convivir sin conflictos.
La tortuga mora, una especie protegida que comparte territorio con la agricultura
La tortuga mora (Testudo graeca), una especie emblemática del Mediterráneo, goza de un estatus de protección tanto a nivel nacional como europeo.
En la Región de Murcia, su conservación se ha convertido en una prioridad tras la elaboración de un Plan de Conservación que busca asegurar su supervivencia y, al mismo tiempo, garantizar el cumplimiento de las normativas ambientales vigentes.
El problema surge porque los hábitats naturales de este reptil coinciden con zonas agrícolas de gran valor productivo, especialmente en áreas de secano y matorral.
Ante esta situación, la Consejería de Medio Ambiente decidió ampliar el plazo de información pública de la propuesta, con el objetivo de que agricultores, propietarios, asociaciones ecologistas y ciudadanía aporten sus opiniones y propuestas para enriquecer el documento final.
Los agricultores murcianos, preocupados por el plan de conservación de la tortuga mora
Pese a los llamamientos a la participación, el plan ha despertado inquietud entre las organizaciones agrarias.
La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) y la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) han advertido que, sin una delimitación clara de las zonas afectadas y sin compensaciones económicas, el proyecto podría comprometer la viabilidad de muchas explotaciones.
Según Alfonso Gálvez, secretario general de Asaja Murcia, en declaraciones recogidas por La Opinión de Murcia, los agricultores temen que se limiten tareas habituales como roturar terrenos, instalar sistemas de riego o modernizar cultivos.
También advierte de que los corredores ecológicos propuestos podrían reducir la superficie disponible para usos agrícolas tradicionales. Por su parte, Carlos Esparcia, vicesecretario de UPA Murcia, critica la falta de diálogo inicial y la utilización de una terminología genérica que, en su opinión, deja margen a interpretaciones restrictivas.
Ambas organizaciones insisten en que, si se exige a los agricultores adaptar sus prácticas, estas medidas deben venir acompañadas de ayudas económicas claras y de un calendario realista para evitar un impacto negativo sobre la rentabilidad.
Defienden la compatibilidad entre agricultura y protección de la tortuga mora
Frente a los recelos del sector, la Consejería de Medio Ambiente ha explicado que el plan no supone la prohibición de la actividad agrícola ni la imposición de cargas burocráticas adicionales.
Según el departamento, las restricciones se aplicarán únicamente en áreas catalogadas como hábitat óptimo para la tortuga, que incluyen principalmente zonas de matorral y cultivos de secano tradicional.
Asimismo, se subraya que las tierras de regadío intensivo, los polígonos industriales y las áreas urbanas quedan expresamente excluidas del ámbito de aplicación. En las zonas sensibles se fomentarán prácticas sostenibles, como cultivos leñosos de baja densidad, acompañadas de asesoramiento técnico y formación.
El plan también prevé elaborar una guía de buenas prácticas agrícolas, sin prohibir maquinaria ni productos, sino promoviendo un uso responsable.
Además, se aclara que no habrá expropiaciones ni reducción forzosa de la superficie cultivable. La adquisición de fincas estratégicas o los convenios de custodia de la tierra serán siempre voluntarios y negociados con los propietarios.