Llegó la hora de la verdad. El duelo ante Costa Rica fue una noche qatarí que jamás olvidará el fútbol español. La mayor goleada en la historia de los mundiales de la selección española. Una carta presentación excelente. El mundo entero admiró la exhibición que los hombres de Luis Enrique ofrecieron ante combinado tico. Todo fue genial, pero ahora toca pensar en el futuro y eso pasa por ganar a Alemania en la segunda jornada para confirmar la presencia en octavos de final y, posiblemente, dejar fuera a un transatlántico como es el conjunto germano.

España llega a este encuentro feliz. En la Qatar University todo va bien. No hay lesionados, han tenido un día libre donde la mayoría de los jugadores se fueron a comer juntos para celebrar, entre otras cosas, el cumpleaños de Pedri y la confianza es máxima. Eso sí, todos con los pies en el suelo. A nadie se le ha subido nada a la cabeza tras la exhibición y el pensamiento único es seguir yendo partido a partido. Con seguridad, pero con la cabeza sobre los hombres.

Para este duelo, Luis Enrique tiene tres grandes dudas. El seleccionador es muy cuidadoso con los once que alineará y tiene a los jugadores en tensión hasta el último momento, aunque hay se esperan algunos cambios en el equipo titular. Uno estará en el lateral derecho, donde Carvajal dará descanso a Azpilicueta. Otro se espera arriba con la entrada de Morata por, en principio, Dani Olmo, que jugó los 90 minutos contra Costa Rica. Y por último, habrá que ver si el asturiano mantiene la pareja de centrales formada por Laporte y Rodri o da entrada a Pau Torres o Eric García.

Máxima tensión

Los germanos afrontan una auténtica final para evitar repetir la debacle de 2018 cuando la entonces vigente campeona mundial hizo las maletas al término de la primera vuelta, después de empezar también perdiendo contra México 1-0.

«Queremos evitar volver a casa, es un partido decisivo para nosotros, tenemos que evitar salir eliminados», aseguró el seleccionador alemán, Hansi Flick, en rueda de prensa. «Mañana veremos de los que somos capaces, vamos a intentar darlo todo para intentar clasificarnos para octavos», afirmó.

El conjunto alemán tendrá que recuperar la pólvora que no tuvo ante Japón, donde sólo pudo marcar de penalti si quiere sumar algo. Alemania está pendiente de recuperar al atacante Leroy Sané, al que se pudo ver entrenar el viernes, tras perderse el partido contra Japón por molestias en la rodilla derecha, aunque su titularidad se antoja precipitada.