Razones por la que el gato bebe mucha agua

Al igual que el resto de seres vivos, los gatos necesitan agua para sobrevivir. Ahora bien, si en un momento dado el gato empieza a beber mucha agua, puede que tenga un problema de salud. Pero, ¿cómo puedes saber si tu mascota está bebiendo más de lo necesario? Aunque detectarlo puede ser un poco difícil, hay una serie de pautas que te pueden resultar de gran ayuda. De esta manera, podrás averiguar si el gato está bebiendo demasiada agua y debes llevarlo al veterinario para que le haga un chequeo.

¿Por qué el gato bebe mucha agua?

Adoptar un gato como mascota no es ningún juego, sino que conlleva una gran responsabilidad. Entre las diferentes tareas que debe realizar a diario para cuidarle como se merece, está la de controlar cuánta agua bebe. Esto es algo muy sencillo, ya que solo tienes que saber la capacidad que tiene el bebedero y calcular cuántas veces lo llenas al cabo del día.

Si tiene algún problema de salud, no va a empezar a beber mucha agua de repente, sino que irá aumentando la cantidad progresivamente. Por lo tanto, si estás acostumbrado a ver cuánto bebe tu gato y observas que poco a poco la cantidad va incrementándose, ¡alerta! En caso de que al animal ingiera más cantidad de agua, el bebedero se vaciará mucho antes, el gato maullará pidiendo más y también orinará con más frecuencia.

Cuando el gato bebe más agua de lo normal, se denomina polidipsia, la cual puede deberse a varias razones. Una de las más comunes es que haga demasiado calor y necesite beber más agua para no deshidratarse. Esto es algo frecuente en verano, y también lo hacemos nosotros.

También puede guardar relación con factores alimenticios. Si el gato se alimenta de pienso, va a beber más agua que si come comida casera o alimentos en lata. Otra de las posibles causas es que esté tomando algún medicamento que le provoque sed.

Si ninguna de estas situaciones explica que el gato beba más agua, puede deberse a un problema de salud, como la insuficiencia renal, la diabetes mellitus felina, la obesidad o el hipertiroidismo. La insuficiente renal se caracteriza por una disminución repentina y persistente del funcionamiento normal de los riñones.

Los síntomas suelen aparecer de un día para otro: cansancio y debilidad sin razón aparente, dolores abdominales, falta de apetito, vómitos, diarrea y ed excesiva. Al inicio de la enfermedad, es común observar un aumento en la ingesta de agua por parte del gato.