¿Qué hacer si el perro no quiere beber agua?

Exactamente igual que los humanos, los perros deben beber agua para mantenerse hidratados y que su organismo funcione como es debido. Si en algún momento notas que tu mascota empieza a beber cada vez menos agua, es importante que resuelvas el problema cuanto antes. De lo contrario, el perro puede sufrir problemas de salud graves por no beber agua, e incluso llegar al extremo de necesitar goteo intravenoso en la consulta veterinaria.

El perro no quiere beber agua

Los canes son muchísimo más parecidos a nosotros de lo que pensamos, y sus hábitos de ingesta de agua también varían según su edad, su nivel de actividad física y la temperatura exterior, entre otros aspectos. También hay que valorar la alimentación, ya que si acostumbra a comer pienso húmedo no va a necesitar tanta cantidad de agua que si su dieta está basada en pienso seco.

Saber si el perro está deshidratado es relativamente sencillo. Pellízcale con cuidado la piel entre los omóplatos. Si vuelve a su forma normal con rapidez, no hay de qué preocuparse. Pero si el rebote es lento, es una señal muy clara de que tu mascota no bebe la suficiente agua.

Causas

Lo primero es analizar cuál es la razón por la que el perro no quiere beber agua. Puede darse el caso de que, simplemente, le dé miedo el bebedero. Esto ocurre sobre todo con los metálicos, ya que hacen mucho ruido, así que el perro se asusta y opta por no utilizarlo.

Si hace poco que has adoptado otra mascota que es más dominante, puede que el otro perro no pueda ir a beber agua tanto como antes. También hay algunos problemas de salud que pueden explicar este comportamiento. Las enfermedades, sobre todo las del aparato digestivo, pueden influir negativamente en la ingesta de agua.

Soluciones

Una vez descartado cualquier problema de salud, hay algunas cosas que puedes hacer para aumentar la ingesta de agua en tu mascota. Vierte un poco de agua sobre su comida para que esté obligada a ingerirla mientras come.

Además, puedes distribuir varios bebederos por casa. Si observas que no se acerca a ellos, cómprale una fuente al perro. Le resultará muy divertida y, además, así te aseguras de que siempre tenga agua limpia y fresca a su disposición.

Y, por último, en verano, puedes hacerle un helado casero al perro para que esté fresco e hidratado. Lo ideal es hacer el helado con frutas que sí pueden comer los canes, como el plátano, la sandía o la manzana.