El aviso de un veterinario a los dueños de perros: «Exactamente igual que un niño»

La relación entre una persona y su perro va mucho más allá de la convivencia diaria o del simple cuidado de una mascota. Para muchos expertos en comportamiento animal, este vínculo se asemeja en numerosos aspectos al que se establece entre padres e hijos. Así lo explica Marcos Montalbán, veterinario especializado en bienestar animal, quien asegura que «tu perro se comporta exactamente igual que un niño, pero solo si tiene una gran confianza contigo».
Esta afirmación está respaldada por estudios científicos y por años de observación clínica. Según el veterinario, cuando un perro desarrolla un vínculo sólido con su tutor, activa una serie de mecanismos emocionales y conductuales muy similares a los que se observan en los niños pequeños con sus padres.
¿Por qué tu perro actúa como un niño cuando confía en ti?
Uno de los conceptos clave para entender esta relación es el de la base segura, ampliamente estudiado en psicología infantil. Esta teoría sostiene que los niños utilizan a sus padres como un punto de referencia emocional para protegerse y tranquilizarse cuando sienten miedo o inseguridad.
Según Marcos, «los científicos han demostrado que los perros también tienen este mismo comportamiento». En la práctica, cuando un perro se enfrenta a una situación que le genera incertidumbre, lo primero que hace es mirar a su tutor. Si percibe apoyo y calma, se acerca y busca refugio.
El veterinario lo compara con una escena cotidiana: «Exactamente igual que los niños en el parque, cuando tienen miedo y no hacen más que refugiarse entre las piernas de la madre».
La confianza como base del vínculo
Este tipo de comportamiento sólo se da cuando existe una confianza profunda entre el perro y su tutor. No basta con alimentar al animal o sacarlo a pasear; es necesario construir una relación basada en la coherencia, la seguridad y el respeto. Marcos Montalbán resume este vínculo en cinco indicios claros que muestran que el perro considera a su tutor como su base segura.
- Una de las señales más reveladoras es cuando el perro te mira sin pedir nada a cambio. Según Marcos, «en ese momento tu perro libera grandes cantidades de oxitocina, la hormona del amor y de las relaciones».
- El perro se acerca a ti incluso cuando necesita nada concreto: sólo quiere estar cerca. Este comportamiento indica apego seguro y necesidad de proximidad emocional.
- Cuando un perro se tumba boca arriba y muestra el abdomen, está exponiendo la parte más vulnerable de su cuerpo. No todos hacen esto, y cuando lo hacen, es una señal clara de tranquilidad.
- Para un perro con apego seguro, cada reencuentro con su tutor es un motivo de alegría. La respuesta emocional es muy similar a la que muestran los niños cuando ven cómo sus padres vuelven a casa.
- Ante ruidos fuertes, personas desconocidas o experiencias nuevas, el perro no huye sin rumbo. En lugar de eso, se dirige directamente hacia su tutor. «Para él no existe un lugar en el mundo más seguro que a tu lado», explica el veterinario.
Las palabras de Marcos no se basan sólo en su experiencia. Diversos estudios científicos han demostrado que los perros procesan emociones de forma muy similar a los niños pequeños. Investigaciones realizadas por la Universidad de Emory, en Atlanta, concluyeron que «los perros sienten de manera muy parecida a los niños». Mediante resonancias magnéticas, los científicos observaron que determinadas áreas del cerebro canino se activaban cuando los animales percibían olores o estímulos relacionados con personas conocidas.
Emociones complejas
La ciencia también ha confirmado que los perros pueden experimentar emociones negativas comparables a las humanas. Entre ellas se encuentran la ansiedad, la depresión, la neurosis e incluso los celos. Estos estados emocionales no aparecen de forma aislada, sino que están directamente relacionados con el tipo de relación que el animal mantiene con su tutor. Según los expertos, «este tipo de comportamientos se debe probablemente a la estrecha relación que los perros han desarrollado con los seres humanos a lo largo del tiempo».
Para Marcos Montalbán, la conclusión es clara: cuando un perro te busca, te mira, se relaja contigo y acude a ti cuando siente miedo, no es simplemente cariño. Es confianza. «Si te elige a ti siempre por encima de todo, puedes estar seguro de que existe un vínculo perfecto con tu animal», afirma.
Este tipo de relación se construye día a día con rutinas estables, comunicación clara y un trato empático. Igual que ocurre con los niños, los perros necesitan sentirse comprendidos y protegidos para desarrollar un vínculo fuerte y duradero en el tiempo. Entender que tu mascota no sólo te obedece, sino que confía plenamente en ti, cambia por completo la forma de convivir con él. Como asegura Marcos, cuando un perro actúa como un niño a tu lado, no es casualidad: es la prueba más clara de que eres su lugar seguro.