Así afecta la altura del comedero a la salud de las mascotas
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Cuando vamos a elegir un comedero para nuestro perro o gato, prestamos especial atención al material y al tamaño del mismo. Sin embargo, una vez en casa, no atendemos a la altura a la que lo colocamos, y es un gran error, ya que la altura del comedero tiene un gran impacto en la salud de las mascotas. Si no se ajusta a sus necesidades, puede derivar en problemas como afecciones digestivas o artrosis prematura, entre otros.
Cada animal es un mundo y tiene su propias características y necesidades, así que es el comedero el que debe ajustarse a las mismas, y no al contrario. Colocar el comedero en el suelo, aunque se ha hecho toda la vida, es algo que los veterinarios desaconsejan completamente. Y es que, dificultan en cierta medida la movilidad del bolo alimentario al esófago.
Mientras, poner el comedero de tal manera que el animal apenas tenga que descender la cabeza para coger la comida ayuda a evitar la torsión de estómago, una enfermedad que afecta sobre todo a las razas grandes y resulta mortal en el 60% de los casos.
¿A qué altura hay que colocar el comedero de las mascotas?
En el caso de los perros, si el recipiente de comida está situado a cierta altura, ayuda a favorecer la digestión, ya que posibilita que digieran el alimento de una forma más natural. También ayuda a reducir el estrés y a evitar una mayor presión en el cuello, la espalda y las patas. Los canes no tienen que adoptar una postura forzada para comer.
Los perros mayores o que sufran problemas de salud, deben tener el bebedero y el comedero situados por debajo de la parte superior de su hombro. En el resto de canes esto es algo opcional, aunque muy recomendable.
En el caso de los gatos ocurre parecido que en el de los perros. Contar con un comedero y bebedero elevado mejora su postura cuando están comiendo y bebiendo. Colocar estos recipientes a cierto altura impide que la flexión de las patas y de la columna vertebral oprima el tracto digestivo y que la digestión se vea dificultada.
Con el comedero y bebedero elevados, su aparato digestivo permanece en la posición adecuada y su boca, esófago y estómago están bien alineados. Por lo tanto, a los gatos les resulta cómodo y, al mismo tiempo, se previenen trastornos digestivos.
Por último, cabe señalar que, al colocar los recipientes a cierta altura, se evita la contaminación al estar cerca del suelo.