¿Cómo es la hibernación en animales?

El otoño es el comienzo de un nuevo ciclo para animales y plantas en todas las zonas templadas, boreales y polares del planeta, que culminará con el invierno. La hibernación en animales es uno de los recursos que tienen las especies para adaptarse a los rigores estacionales del clima, así como también la migración o el cambio de pelaje. En cada una de ellas se observan comportamientos muy diferentes, e incluso sorprendentes.

Estrategias de hibernación en animales

Muchas aves practican la migración. Es el caso de las golondrinas, que pueden llegar a recorrer más de 10.000 kilómetros para llegar hasta África, en donde encuentran los alimentos necesarios para su supervivencia, particularmente insectos.

La ardilla roja, por ejemplo, después de acumular grandes cantidades de alimentos en otoño, se resguarda en el nido que construye con ramas y hojas. El zorro ártico adapta su pelaje al clima y realizará una espectacular muda, cambiando los tonos marrones por una capa de pelo blanca muy gruesa y aislante.

La estrategia más sorprendente es la que emplean algunos animales, como los mapaches o los osos. Refugiados en madrigueras, cuevas o guaridas, estos animales entran en una forma de sueño prolongado, con algunos períodos de vigilia que les permiten reaccionar en caso de peligro.

La hibernación en animales, especialmente los osos, tiene como característica principal la disminución de la frecuencia cardíaca y respiratoria y el ligero descenso de la temperatura corporal. Pueden mantenerse desde 3 hasta 7 meses sin alimentarse y vivir de sus reservas de grasa. No beben ningún líquido y la orina es reciclada por su cuerpo.

Características de la hibernación en animales

La hibernación es una estrategia de sueño consecuente. El animal o la planta detectan condiciones climáticas adversas y adapta su metabolismo a las malas condiciones existentes.

Para ahorrar energía, la temperatura corporal del animal desciende significativamente, uno o dos grados. La sangre solo llegará a los órganos vitales y, en el erizo, el ritmo cardíaco y la frecuencia respiratoria serán casi imperceptibles y sumamente lentos. En algunos casos, llegan a tener episodios de apneas muy prolongadas, de hasta una hora.

La hibernación de los murciélagos o las marmotas puede llegar hasta los 5 o 6 meses, aunque no es un estado totalmente pasivo, ya que el animal se despierta periódicamente para comer y orinar.

Los animales de sangre fría, como los reptiles o los anfibios, no tienen la capacidad de regular su temperatura interna, como lo hacen los mamíferos de sangre caliente. Son completamente dependientes de los factores externos para poder mantener su temperatura corporal. Las especies que viven en zonas septentrionales deben obligatoriamente buscar un refugio adecuado para poder entrar en hibernación.

La hibernación de las salamandras o algunas especies de ranas, es sorprendente, ya que sus cuerpos pueden llegar a congelarse y sus corazones dejar de latir durante varios días.

Como vemos, la hibernación en animales varía según la especie, pero todas estas estrategias son bastante sorprendentes. ¿Conoces algún caso de hibernación animal excepcional? Déjanos tu comentario.