La Policía echa abajo la puerta de un piso donde había una fiesta con 14 jóvenes en Madrid
Agentes de la Policía Nacional han tirado abajo la puerta de un piso alquilado en cuyo interior se estaba celebrando una fiesta ilegal con 14 jóvenes, de cuales, 9 fueron detenidos. En un vídeo que se ha hecho viral en las últimas horas en las redes sociales, los efectivos usan un ariete para destrozar la puerta blindada de la vivienda.
Fuentes consultadas por OKDIARIO indican que han sido detenidos nueve jóvenes de 7 nacionalidades. No obstante, la jueza que se ha hecho cargo del caso ha dejado en libertad a los arrestados. El abogado Juan Ospina apunta que la desobediencia del propietario por no querer abrir la puerta sería leve, no grave. Esto sería, en su caso, únicamente una infracción administrativa. Así lo fija la jurisprudencia del magistrado del Tribunal Supremo, Miguel Colmenero Menéndez de Luarca, en una sentencia de 2016.
En dicha resolución refería que “la resistencia y la desobediencia que no revistan un carácter grave, no serían constitutivas de delito cuando se cometan en relación con los agentes de la autoridad, constituyendo solo, y en su caso, una infracción administrativa contemplada en la Ley de protección de la seguridad ciudadana”.
Este letrado critica que la Policía tirase la puerta abajo. A su juicio, no estarían legitimados para abrir por la fuerza y en contra de la voluntad de los moradores la puerta del piso donde se produjeron los hechos. «Según la jurisprudencia española, solo existen tres circunstancias concretas por las cuales se puede justificar la vulneración al derecho a la inviolabilidad del domicilio: la comisión de un delito flagrante, una orden judicial suficientemente fundamentada y motivada o, en su caso, el consentimiento del titular de la vivienda. Ninguna de estas circunstancias concretas se acreditó en el caso, por lo que los agentes no tendrían por qué haber entrado al domicilio”, exponen.
Tres argumentos
Los agentes que tomaron parte en el derribo de la puerta argumentaban que no existía otro medio para poner fin a las irregularidades. En primer lugar, señalan que no se estaba preservando el derecho al descanso de los vecinos. Igualmente, señalan a que por el sonido se confirmaba que se estaba celebrando una fiesta donde podía difundirse masivamente el coronavirus. Finalmente, apuntan a un delito de desobediencia por la negativa de los jóvenes a identificarse.
Aunque el vídeo se ha hecho viral en las últimas horas, la escena se registró cerca de la una de la madrugada del domingo pasado. Se trata de un piso en la calle Lagasca, en el cotizado distrito de Salamanca. El propietario del inmueble es un hombre mexicano residente en Navarra, recoge VozPopuli.
En el vídeo se puede apreciar como la chica esgrime ante los agentes: “Ustedes están pensando que se ha encontrado aquí con cuatro extranjeros que les puede colar la milonga, y no”. La joven acabó esposada y profiriendo insultos. El atestado, firmado a las cinco de la madrugada, recoge que se había convertido en la portavoz del colectivo y mantuvo en todo momento una actitud “agresiva”, “hostigante” y de “rebeldía”. Se presentaba como como “letrada y jurista” con “estudios de Derecho” y “opositora a abogado del Estado”. Defendía que la actuación de la policía era “ilegal”.
«Consiga la orden judicial, por favor», pide la chica para lanzar a continuación: «Usted sabrá ya cuál es el estatuto de policía al que esta sujeto, ¿no? Perfecto, pues no le tengo que recordar sus deberes y obligaciones». Así, durante más dos minutos que dura el vídeo se observa la situación. «Se están sobrepasando, no pueden hacer esto», asegura la portavoz de los chavales.
En la fiesta había en total 14 personas de entre 19 y 26 años. Pero cinco de los cuales no fueron detenidos porque aseguraron que sí querían abrir la puerta. Por tanto, únicamente fueron identificados. Se trata de dos españoles, una india, una búlgara y una francesa. Los detenidos eran cuatro nacidos en Emiratos Árabes Unidos, otro de Arabia Saudí, otro de Reino Unido y tres españoles.
Opinión de expertos
Por su parte, varios penalistas han valorado los hechos. El abogado José María de Pablo ha explicado que «el delito flagrante autoriza a la policía a entrar en un domicilio solo si hay necesidad de intervención urgente para evitar la consumación del delito o la desaparición de los efectos del mismo».
«Si el delito flagrante es la desobediencia por la negativa a identificarse no hay urgencia, la consumación ya se ha producido y no puede evitarse, y no hay efectos del delito que puedan desaparecer. Por tanto es un delito de allanamiento de morada en concurso con delito de daños, es decir, por la puerta», agrega este experto.
No obstante, resume:» Mal por la protagonista, que organizó una fiesta ilegal. Bien por ejercer su derecho a no abrir la puerta al policía sin orden judicial. Muy mal por los agentes que violaron un domicilio sin orden judicial. Muy bien por la protagonista por grabarlo en vídeo».
En el mismo sentido, la presidenta de la sala social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Luisa María Gómez, ha valorado el vídeo. En primer lugar, admite que la escena le ha puesto «los pelos de punta» ver cómo la puerta ha quedado destrozada por la Policía. Al tiempo ha recordado que los agentes deben «tener especial cuidado en sus actuaciones». Finalmente, prevé que este caso conllevará «serios problemas» al cuerpo.