¿Cuál es la diferencia entre mascarilla facial y exfoliante facial?
La mascarilla facial nos permite hidratar la piel principalmente mientras que el exfoliante realiza un tratamiento algo más profundo.
¿Con qué frecuencia debes ponerte una mascarilla facial?
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¿Cuál es la diferencia entre mascarilla facial y exfoliante facial? Ambos son tratamientos faciales que bien aplicados dejan una piel hidratada y resplandeciente pero muchas veces los confundimos o no sabemos exactamente cómo utilizarlos de manera que podamos sacarle partido a todas sus propiedades.
¿Cuál es la diferencia entre mascarilla facial y exfoliante facial?
Aunque la mayoría de las mascarillas vienen con una descripción de lo que hacen y cómo deben usarse, muy pocas nos dicen cuándo usarlas en nuestra rutina de cuidado de la piel más amplia. De manera similar, es ampliamente conocido que los exfoliantes ayudan a exfoliar las células muertas de la piel, pero ¿por qué los necesitamos y con qué frecuencia?
Esto puede hacer que ambos tratamientos lleguen a confundirse y aunque básicamente con la mascarilla conseguiremos hidratar la piel y con el exfoliante, eliminaremos como decimos las células muertas, si entendemos bien para qué sirve cada cosa, veremos en qué se diferencian realmente.
Como y cuando usar una mascarilla
Se recomienda que uses una mascarilla una o dos veces por semana para tratar tu piel; sin embargo, esto es más personal dependiendo de tu tipo de piel, lo que funcione para ti y la mascarilla que estés usando. Algunas mascarillas especifican la frecuencia con la que deben usarse, así que si las instrucciones están ahí, ¡hay que seguirlas!. En cuanto a cuándo aplicar tu mascarilla en relación con tus otros productos para el cuidado de la piel, el mejor momento es después de la limpieza, o mejor aún, después de tu exfoliación. La piel será más receptiva y sensible a los ingredientes de la mascarilla después de un exfoliante, lo que significa que será más eficaz para tratar la piel. Del mismo modo, después de limpiar o restregar, los poros estarán limpios y desbloqueados, lo que permitirá que la fórmula activa de la mascarilla penetre profundamente en la epidermis.
También se sugiere que apliques tu mascarilla facial específica antes de tu crema o serum de noche, para ayudar a mejorar los efectos de ambos productos. A medida que nuestras células se renuevan mientras dormimos, aplicar una mascarilla antes de tu serum no solo mantendrá la piel extra hidratada, sino que también podría hacer que el serum actúe más rápido, dándole un pequeño impulso adicional.
Por supuesto, no hay dos mascarillas faciales iguales, existen diferentes texturas, tiempos y métodos de eliminación, desde «peel off» hasta mascarillas uniformes que se eliminan con imán. Cada mascarilla contiene la cantidad correcta de ingredientes activos para un problema específico de la piel, por lo tanto, las instrucciones se deben leer bien para asegurarse de que estés recibiendo la dosis correcta y no sobrecargues tu piel.
Así es como debes usar la mascarilla facial:
- Siempre limpia tu rostro antes de aplicar tu mascarilla.
- Átate el cabello con un mechón o una banda para la cabeza para evitar que la fórmula entre en el cabello.
- Siempre lee las instrucciones y sigue los tiempos; Dejar la mascarilla por mucho tiempo o muy poco puede hacerla menos efectiva o irritar la piel.
- Si te aplicas la mascarilla con los dedos, asegúrate de que estén bien limpios antes de tocarte la cara.
- Si está utilizando una mascarilla con textura de arcilla o crema, transfiere un poco a un tazón pequeño y usa una brocha para aplicarla, de modo que puedas esparcirla uniformemente alrededor de la cara sin tener que tratar de gastar más producto.
- Una vez haya pasado el tiempo, retira la mascarilla con agua tibia y prosigue con el tónico, serum y humectante que normalmente aplicarías después de la limpieza.
Cómo y cuándo usar un exfoliante facial
A menos que tenga la piel extremadamente sensible, se recomienda que te exfolies con un exfoliante dos veces por semana (reduce esto a una vez por semana para pieles sensibles). Hacer esto cada dos semanas es la cantidad de tiempo óptima entre la acumulación de células muertas de la piel que el exfoliante trabaja para eliminar, limpiando los poros y revelando la piel más suave y fresca debajo. Al revelar una piel más saludable y eliminar cualquier residuo en la superficie, incluida la suciedad y desbloquear los poros, será mucho más receptiva a cualquier producto que se aplique después (como la ya explicada mascarilla facial), lo que significa que es probable que veas mejores resultados.
Generalmente los exfoliantes se venden en formato gel con pequeñas partículas o granos para poder exfoliar bien la piel aunque en el mercado ya podemos encontrar algunos exfoliantes que no llevan esos granitos y que serán más recomendables en el caso de querer exfoliar una piel sensible.
Veamos ahora los pasos para utilizar el exfoliante de forma correcta:
- Paso 1: Después de limpiarte la cara por la mañana, y mientras tu piel todavía está un poco húmeda, aplica el exfoliante elegido en tu cara con las yemas de los dedos. Tenga cuidado de evitar el área de los ojos y el labio superior donde la piel es muy sensible.
- Paso 2: Con la longitud de los dedos, masajee suavemente el exfoliante en la cara con movimientos circulares hacia arriba. Esta acción también ayudará a estimular la circulación en el rostro, haciendo que la piel luzca más tersa y fresca.
- Paso 3: Enjuaga tu cara con agua tibia o fría, nunca con agua caliente.El agua fría es excelente para ayudar a cerrar los poros junto con tu tónico habitual. Será bueno utilizar una toalla húmeda para ayudarte a quitar suavemente el exfoliante.
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