Hoy es juzgado por un delito de maltrato

La víctima de la patada de Errejón: “Salí de comisaría de madrugada, no querían tramitar la denuncia”

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Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Alberto tiene 68 años, vive con una pensión de jubilación de unos 400 euros y ha convertido el taller en el que ha trabajado toda su vida en el barrio madrileño de Lavapiés en su residencia. Allí se recupera del cáncer de colon por el que fue operado y a pocos metros de esa casa fue donde asegura haber sido pateado por Íñigo Errejón la noche del 2 de mayo de 2021. Justo un año después Errejón y Alberto se verán las caras en el juzgado de donde el primero puede salir condenado por un delito de maltrato. Un asunto que según el propio afectado no le fue fácil denunciar pese a que fueron los primeros agentes que llegaron al lugar tras su llamada de auxilio los que le animaron a interponer la denuncia.

Para aquel que tenga la tentación de sumarse a la idea de que el juicio por un delito de maltrato contra Íñigo Errejón es un montaje, baste decir que la llamada de una vecina a la Policía avisando de “una pelea”, la llamada a la Policía del propio denunciante que acusa a Errejón de haberle pateado y la cámara de seguridad policial que grabó un fragmento borroso de los hechos, todo, se produjo exactamente a la misma hora. Así que o fue una casualidad cósmica, o un montaje del CNI o simplemente sí que hubo un instante de violencia entre Errejón y el hombre que lo denuncia.

En la declaración en vídeo de esta persona, a la que tiene acceso OKDIARIIO, el hombre asegura que su reacción inmediata tras recibir la patada del diputado fue de indignación e incredulidad. “En el momento la patada no me dolió, fue más una sensación de desprecio hacia mi persona lo que me hizo pedirle a mi vecino que llamara a la Policía”, explica Alberto, quien coincide en que su teléfono estaba sin batería y tuvo que usar el de su vecino para dar aviso. “Cuando la Policía llegó les conté lo que había pasado, que Errejón me había pateado por pedirle una foto. Los policías me dijeron que si estaba seguro de lo que les decía y por supuesto que lo estaba, así que ellos me animaron a que fuera a denunciar a comisaría”.

La presencia de un superior policial

Y eso fue lo que pasó. OKDIARIO tiene copia de la denuncia presentada por este hombre, pero lo que se sabe ahora tras conocerse su declaración es que denunciar a un diputado a veces puede no ser del todo sencillo. La denuncia fue interpuesta en la comisaría del distrito Centro de Madrid, sí, pero ahora sabemos gracias a su testimonio que no fue tarea fácil. Si el denunciante llegó a la comisaría cerca de la una de la madrugada, ¿por qué tardó dos horas en salir? “No me querían coger la denuncia porque no tenía parte de lesiones y yo les dije que no tenía parte de lesiones porque acababa de suceder”, explica Alberto en su declaración. De hecho, este periódico sabe que el primer agente que atendió al denunciante requirió la presencia de un superior en cuanto Alberto mencionó que el supuesto agresor era Íñigo Errejón.

Alberto le explicó a la juez que de no ser por los propios policías que lo atendieron en la calle el tal vez no habría denunciado inmediatamente. De hecho, para que su señoría comprendiera que él creía estar más ante un acto de desprecio que de violencia le pidió ponerse de pie en la sala para escenificar la agresión. Sin embargo, a la mañana siguiente llegaron las malas noticias para este hombre. En pleno proceso de quimioterapia Alberto tenía que llevar por prescripción médica una faja tras haber perdido mediante cirugía parte de su intestino. La operación le causó una hernia y fue ahí, justo en la zona de la cicatriz, donde el hombre asegura haber recibido el “puntapié” de Errejón.

“A la mañana siguiente tenía la zona enrojecida y se había inflamado cerca de un centímetro. Luego empeoró hasta crecer 14 centímetros”, explica el denunciante en su declaración. La forense del juzgado no pudo establecer causa efecto entre el estado de su hernia y la supuesta patada, hay que recordar que su primer examen fue meramente fotográfico y sólo accedió a un examen físico por orden de la juez. Esa es la causa por la que a Errejón lo juzgan por maltrato y no por lesiones. Pronto veremos si después de un año al asunto queda zanjado definitivamente y a favor de quién.

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