Puigdemont pide a los ‘mortadelos’ de los Mossos que graben la reunión de hoy con Interior
El presidente del Gobierno catalán, Carlos Puigdemont, ha echado mano de los mortadelos de los Mossos de Escuadra para grabar la reunión que hoy tiene previsto mantener con el secretario de Estado de Interior, José Antonio Nieto.
Puigdemont, en respuesta a la decisión de la Fiscalía de nombrar como coordinador de seguridad a un coronel de la Guardia Civil, de cara al referéndum ilegal del próximo domingo, ha convocado a las 12 de la mañana la Junta de Seguridad, a la que asisten representantes de todas las Fuerzas de Orden Público.
Se conoce como mortadelos a los 40 agentes de los Mossos que forman parte de la UCRO, la Unidad Central de Recursos Operativos, una especie de servicio secreto de la policía autonómica catalana que, desde 2012, se dedica a espiar a partidos políticos y a personalidades catalanas. La UCRO, bajo el mando del sargento Miquel Justo, un ex inspector del Cuerpo Nacional de Policía, realizó seguimientos al ex ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz y a dirigentes del PP y Ciudadanos.
Ayer, a media mañana, fueron detectados, en las inmediaciones de la sala donde se va a celebrar la reunión de la Junta de Seguridad , dos mortadelos de los Mossos con los maletines operativos, que contienen el equipo técnico adaptado para la grabación subrepticia de conversaciones por medio de micrófonos de alta sensibilidad.
Según las fuentes consultadas por OKDIARIO los agentes de la policía autonómica respondían a las siguientes características físicas: uno era calvo y el otro lucía una perilla como la de los mosqueteros franceses. Unos testigos pudieron comprobar cómo se introducían en la sala de la reunión.
Los mortadelos forman parte de una unidad especial de los Mossos, con credencial propia y sede en Sabadell, que comenzaron a operar en un número de 12 a comienzo de los ochenta bajo la cobertura del departamento de Documentación y Estudios de Gobernación. Después pasaron a integrarse en Asuntos Internos, pero desde hace cinco años forman parte de la estructura del CSICAT (Centro de Seguridad de la Información de Cataluña). Este organismo, en un principio, fue creado para investigar y perseguir a grupos antisistema, okupas y organizaciones violentas, pero desde entonces no ha perdido la oportunidad de desplegar operaciones de espionaje político.
Los agentes encubierto de la UCRO trabajan de paisano y se infiltran en partidos de la oposición, aunque también en ERC. En más de una ocasión han sido señalados cuando asistían a actos políticos del PP, C’s o PSC. En teoría, sus funcionarios dependen del comisario de Información de los Mossos y su jefe directo es Miquel Bertrán. Uno de sus espías, Fran Galera, fue descubierto cuando espiaba a la CUP y al movimiento ciudadano 15-M. Esas actividades fueron denunciadas por el PSC ante la Fiscalía de Barcelona. Otro de los objetivos de sus investigaciones fue la dirigente de ERC, Anna Simó.
El servicio de espionaje del Gobierno catalán ha sido una de las grandes aspiraciones del ex presidente Artur Mas tras llegar a la Generalitat en 2010. Además, Mas creó un departamento similar a un servicio de información, que denominó Dirección General de Análisis y Prospectivas.
Una jugada como la del ministro Fernández Díaz
Con la grabación de la reunión de la Junta de Seguridad, Puigdemont pretende obtener los mismos réditos propagandísticos de la grabación y filtración del encuentro entre el ex minsitro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el jefe Antifraude de Cataluña, De Alfonso. Aquel encuentro no fue registrado por agentes de la UCRO, pero el Gobierno catalán si rentabilizó el espionaje en el despacho del titular de Interior para, a través del diario Público y otros medios de Jaume Roures, propagar la consigna de que existía una fantasmagórica Operación Cataluña.
Con los micrófonos de la UCRO se busca registrar algún comentario u observación fuera de tono del secretario de Estado de Interior para manipular sus manifestaciones y, posteriormente, filtrarlas a los medios apesebrados de la Generalitat.
El PdeCat y ERC han logrado así mismo acuñar contra el Gobierno central la expresiones «cloacas del Estado», «cloacas de Interior», «policía patriótica» o «policía política», repetidas hasta la saciedad en las diferentes comisiones de investigación del Congreso de los Diputados y del Parlamento catalán. Sin embargo, sus medios amigos silencian los escándalos de espionaje político cuando afecta a los servicios secretos de los Mossos, como sucede con las diferente operaciones de la UCRO, cuyos espías llegaron a ser fotografiados mientras espiaban al PP y Ciudadanos.
Espionaje con equipos del CNI
Lo sorprendente de estas operaciones secretas, como la de hoy en la reunión de Puigdemont e Interior, es que los sistemas electrónicos de espionaje y el adiestramiento de los agentes han sido facilitados por el Centro Nacional de Inteligencia y pos los servicios secretos del Mossad israelí. La decisión fue aprobada por el ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando en Cataluña gobernaba el tripartito.
La Junta de Seguridad se celebra hoy, convocada por Puigdemont, en respuesta a la Fiscalía de Cataluña que la semana pasada nombró al coronel de la Guardia Civil, Pérez de los Cobos, como coordinador de las Fuerzas de Seguridad, en previsión de las revueltas que se puedan producir durante la jornada del referéndum ilegal.
De los Cobos tiene competencias para «convocar y dirigir cuantas reuniones de planificación y coordinación» estime oportunas.
La Junta de Seguridad de Cataluña desde 2009 sólo se ha reunido en dos ocasiones, en juliio pasado y tras los atentados en Barcelona y Cambrils. Hoy será la tercera en ocho años.