Los jefes de la pseudoasociación de discapacitados OID se quedaban los premios gordos

Los jefes de la pseudoasociación de discapacitados OID se quedaban los premios gordos
El presidente de OID, Dionisio González Otero. (Foto: OID)

Las sospechas se amontonan sobre la Organización Impulsora de Discapacitados: no paga prácticamente impuestos ni salarios por la venta por más de 50 millones anuales del cupón de los discapacitados y desvía fondos a fundaciones en el extranjero y sociedades de la trama. Además, la Policía añade una nueva acusación: buena parte de los boletos premiados recaen en la OID.

Los cálculos de la policía se asientan en la siguiente base: “Estadísticamente la OID ha repartido en el año 2010 unos 2,5 premios mayores al mes y los, aproximadamente, 23 días restantes del mismo mes no ha otorgado este tipo de premios. Por tanto, son muchos los días en que los beneficios de los premios mayores van destinados a la OID”. La mayor parte de estos primeros premios superaron los 250.000 euros.

Según los informes policiales, el resultado da una altísima rentabilidad: “Bajo estos mismos presupuestos, los ingresos totales de la OID cada mes podrían superar los siete millones de euros, lo que implicaría más de 80 millones al año, sin deducir el pago de premios menores”.

“El pago del 30% a los vendedores —nunca dados de alta en la seguridad social— de los boletos supondría un desembolso para la OID de 28 millones anuales. Los cuales, restados de los 80 millones, llevaría a unos beneficios anuales para la organización de una cantidad superior a los 50 millones millones de euros al año, menos el pago de los premios menores, de importes no tan significativos”, añaden los investigadores policiales·

Según la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal, la perversidad de este sistema consiste en que la OID no gana menos aunque venda menos cupones: “La venta de un número de boletos que ronde el 30% de los posibles boletos que se pueden emitir, 300.000 de un total de un millón de boletos, implica una menor recaudación pero, al mismo tiempo, una mayor probabilidad de no entregar el premio mayor, ya que de no venderse el número en concreto es como si le hubiera tocado el premio a la organización. Va a ella en forma de beneficios”.

Para la Policía, si resulta extraño que el cuponazo recaiga tantas veces dentro de la OID, no lo es menos cuando toca fuera: “La práctica totalidad de las veces se habla de que son diez personas o familias a las que le ha tocado el premio, de lo que se deduce que la venta de boletos se ha hecho por unidades a personas diferentes, como dando a entender que no hubiera personas que hubiesen adquirido dos o más boletos”.

Otro elemento sospechoso para la Policía es la reiteración geográfica de los premios mayores que reparte la trama pseudobenéfica que lidera Dionisio González: “Arrecife; Lanzarote, en cuatro ocasiones; Villarobledo (Albacete) en cuatro ocasiones; Cartagena (Murcia) en tres ocasiones; Orihuela (Alicante) en tres ocasiones; Almansa (Albacete) dos ocasiones, etcétera”.

Esto liga con otra acusación ya destapada por Okdiario: “Nada impide que solamente emitan y pongan en circulación un número determinado de boletos y series y no la totalidad de ellos. Lo que podría dar lugar a que, de forma desaprensiva, esta organización pudiera otorgar premios a posteriori de la celebración de los sorteos a personas necesitadas de blanquear dinero”.

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