El jefe del CNI catalán dio una subvención de 100.000€ a la fundación que él mismo había creado
El ex presidente del CNI catalán, Carles Flamerich, dio una subvención pública de la Generalitat de 100.000 euros a la fundación CTecno, que él mismo había creado y presidido durante ocho años.
Artur Mas nombró en enero de 2011 a Carles Flamerich director general de Telecomunicaciones de la Generalitat. En este cargo, Flamerich era al mismo tiempo presidente de la agencia de ciberseguridad CESICAT y miembro del consejo de administración del Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI) de la Generalitat.
En sus informes dirigidos al juez, la Guardia Civil sostiene que ambos organismos constituyen el «embrión del CNI catalán», los servicios de inteligencia de la Generalitat que han jugado un papel clave en la organización del referéndum ilegal de independencia del 1-O.
El Departamento de Empresa de la Generalitat firmó el 5 de julio de 2012 un convenio mediante el cual otorgaba una subvención de 100.000 euros a la fundación Tecno para desarrollar «actividades de difusión, análisis y dinamización de los sectores tecnológicos dentro del proyecto digital».
Flamerich evitó firmar el convenio
Carles Flamerich evitó firmar en representación de la Generalitat el convenio él mismo había había sido el creador, presidente y director general de la fundación a la que ahora daba 100.000 euros públicos. En su lugar, rubricó el documento el secretario general del Departamento de Empresa, Enric Colet.
Pero el convenio deja claro que esta ayuda estaba destinada a atender las necesidades de la dirección general de Telecomunicaciones –que en ese momento ocupaba Carles Flamerich– en cinco líneas estratégicas: fomentar la innovación y la internacionalización de las empresas tecnológicas catalanas, atraer nuevas inversiones desde el exterior, desarrollar infraestructuras estratégicas y difundir la sociedad de la información.
De hecho, el convenio firmado establece que la fundación CTecno debe hacer constar que todas las actividades financiadas con esta subvención se desarrollan «con la colaboración de la Dirección General de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información de la Generalitat», el departamento que en ese momento dirigía Carles Flamercih.
El documento también señala que «la lengua de comunicación (oral o documental) de la entidad beneficiaria de esta ayuda, la fundación CTecno, «será el catalán». Como ha informado OKDIARIO, las principales empresas contratistas de la Dirección General de Telecomunicaciones de la Generalitat, de la que era responsable Carles Flamerich, también financiaban a la fundación que él mismo había creado.
La cena secreta de Roures
En la actualidad, forman parte del patronato de la fundación CTecno dos de las empresas que recibieron más contratos públicos de Flamerich: T-Systems e Indra. La primera de estas empresas –para la que el propio Flamerich había trabajado durante dos años– ha recibido durante los últimos años contratos de la Generalitat por importe de más de 430 millones de euros.
Tanto Artur Mas como Carles Puigdemont han recurrido a esta misma empresa para gestionar el voto electrónico en los referéndum ilegales de independencia del 9-N y el 1-O. En cuanto a Indra, ha tenido contratado a Josep Pujol Ferrusola con un sueldo de más de 400.000 euros anuales, hasta que decidió despedirlo cuando quedó imputado en la Audiencia Nacional por un delito de blanqueo de capitales junto al resto de miembros de la familia Pujol.
Entre los «socios protectores» de la Fundación Tecno figuran otras empresas contratistas de la Generalitat como Seidor y Mediapro. La primera de estas empresas disparó su facturación con la Generalitat, hasta superar los 400 millones de euros, tras contratar como consultor a Joan Antoni Rakosnik, cuñado del entonces presidente de la Generalitat Artur Mas.
En cuanto Mediapro –que también obtuvo contratos de la Generalitat durante la etapa de Flamerich como director general de Telecomunicaciones– es el emporio audiovisual de Jaume Roures, el millonario que actuó de anfitrión de la cena en la que Pablo Iglesias y Joan Tardà negociaron el apoyo de Podemos al proceso de independencia de Cataluña.
Otras empresas contratistas del CNI catalán contaban con representantes en la sectorial de nuevas tecnologías de la información del PDeCAT, que también dirigía el propio Carles Flamerich.