El encuentro de Aldama con Guaidó enfureció a Delcy Rodríguez y obligó a Sánchez a invitarla a España
"Yo era, por decirlo de alguna manera, el avalista de ese viaje", dijo Aldama
Pocos saben que el episodio conocido como Delcygate nació a raíz de la foto de Víctor de Aldama, comisionista de la trama Koldo, con el opositor Juan Guaidó en verano de 2019 que OKDIARIO desvela en exclusiva. El encuentro de Aldama con Guaidó enfureció a la todopoderosa Delcy Rodríguez, entonces ministra del Poder Popular de Economía y Finanzas de Venezuela, al punto de forzar a Pedro Sánchez a invitarla a España para conseguir el perdón de la tiranía de Maduro.
Un momento crucial en esta trama fue la entrega de una carta de apoyo a Guaidó, maniobra que Aldama gestionó con particular astucia: mientras cumplía con el encargo del Gobierno español, mantuvo informado al régimen de Maduro, demostrando su capacidad para navegar en aguas diplomáticas turbulentas.
Poco tiempo después de verse con Guaidó, Aldama facilitó la entrega de una carta de invitación oficial a Delcy Rodríguez, en un intento por suavizar las tensiones diplomáticas. Sin embargo, según fuentes presentes durante el incidente, la vicepresidenta venezolana expresó su malestar por lo que consideró un manejo poco transparente de la situación.
En enero de 2020, para calmar los ánimos de los chavistas, Aldama organizó por petición del Gobierno de Sánchez, una visita de Delcy Rodríguez a Madrid, que incluía reuniones programadas con Sánchez y varios ministros. José Luis Ábalos, entonces titular de Fomento, obtuvo la aprobación de Sánchez para esta visita, enfocada en negociar intereses de empresas españolas como Duro Felguera.
«El avalista del viaje»
«Yo era, por decirlo de alguna manera, el avalista de ese viaje», dijo Aldama en la entrevista con Carlos Herrera en COPE. «Era a mí a quien había preguntado en varias ocasiones porque ella no se fiaba (por algún acto que había hecho el Gobierno) del trato que se le iba a dar y de que no iba a tener problemas. Se la invita un mes antes y ella ya avisa de sus sanciones».
La situación se complicó el 20 de enero de 2020 cuando, con el avión de Delcy Rodríguez ya en vuelo, surgió el problema de las sanciones europeas que le impedían pisar suelo español. La gestión de la crisis llevó a Ábalos, Aldama y Koldo García a Barajas en la madrugada. A pesar de las restricciones, Rodríguez permaneció horas en la terminal ejecutiva del aeropuerto, técnicamente en territorio español, hasta que el Gobierno la colocó en un avión con destino a Qatar.
«Ábalos era desde el inicio el que estuvo programando el viaje de la vicepresidenta porque en ese momento lo era todo en el Gobierno. Nunca voy a entender por qué, dos horas antes de que aterrice, se me llama para pedir que el avión dé la vuelta. Me llama Koldo, pero yo no tenía autoridad para llamar al avión, y así se lo dije cuando me llamó», explicó Aldama.
«Ella (Delcy) tenía clarísimo que tenía una sanción, pero el Gobierno de España le aseguró que no iba a haber ningún problema, tanto por parte de Ábalos, como de Marlaska y la que era entonces ministra de Exteriores. Y obviamente a sabiendas del presidente, no viene una vicepresidenta y además una persona tan importante como Delcy, que es el todo en Venezuela, sin unas garantías», ha asegurado.
De Aldama asegura que fue «el único» que subió al avión con Ábalos. Allí hubo una serie de conversaciones: Delcy le dijo a Ábalos que no iba a ser detenida y que llamara al presidente para arreglar la situación. Sánchez no habló con Delcy, habló con Ábalos y aseguró de que no la iban a detener.
Antes de que bajara a la pista, se dieron instrucciones al comisario del aeropuerto para crear una zona Schengen y se hizo el traslado del avión a una sala vip. Bajó ella con su comitiva y esperaron tres o cuatro horas hasta que se pudo resolver que saliera en un avión de Qatar».