Caso móvil

Asuntos Internos intervino a Villarejo las notas policiales que demuestran que no hubo espionaje a Iglesias

Pablo Iglesias
Iglesias, el pasado 30 de marzo en Pamplona
Manuel Cerdán

La Unidad de Asuntos Internos (UAI) dispone, entre las cintas, los discos duros y los pendrives intervenidos a José Villarejo el día de su detención, de cientos de notas informativas -en papel y en soporte digital- que el comisario entregó a sus jefes sobre sus investigaciones a lo largo de más de 20 años, según fuentes policiales.

Entre los informes de Villarejo en poder de la UAI destacan algunos relacionados con el caso del teléfono móvil sustraído a la asesora de Podemos Dina Bousselham, que entre 2014 y 2015 fue asistente personal de Pablo Iglesias en Bruselas, mientras el político era europarlamentario. Según fuentes internas de la formación morada, Iglesias mantuvo con Bousselham una relación sentimental que duró unos meses, tras la ruptura con la ex concejal de Izquierda Unida en Rivas Vaciamadrid, Tania Sánchez.

Los agentes de la UAI se llevaron del domicilio de Villarejo en Boadilla del Monte además de las grabaciones, que han sido difundidas algunas de ellas de manera selectiva, los blocs con anotaciones de sus citas y las notas informativas con las pesquisas que el ex comisario solía consultar por lo general con sus superiores del Ministerio del Interior.

Los informes -la mayoría con tan sólo un valor prospectivo- corresponden a investigaciones desarrolladas en administraciones de distinto signo político, tanto del PSOE como del PP. Las notas más importantes están fechadas en los años en que fueron ministros Alfredo Pérez Rubalcaba y Jorge Fernández Díaz, principalmente. Y en épocas en las que los comisarios de la Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Policía eran Fernández Chico, durante los gobiernos de Rodríguez Zapatero, y Eugenio Pino, con Mariano Rajoy en La Moncloa.

Los contenidos de esas notas se refieren a los grandes casos y los escándalos políticos de los últimos 20 años: financiación de partidos políticos, Gurtel, Faisán, Lezo, Púnica, 3% en Cataluña, Pujol, Corinna, Conde, servicios secretos españoles y extranjeros, Sanz Roldán y CNI, medios de comunicación, Urdangarin, bancos, Casa Real, constructoras, Roldán, fondos reservados, guerra sucia y los GAL, tráfico de armas, terrorismo internacional, 11-M, independentismo catalán, Emperador y Gao Ping, narcotráfico, Banco de España, crimen organizado, Pequeño Nicolás y Guinea, entre mucho más.

Comisario con Rubalcaba

Villarejo durante los gobiernos de Felipe González -el último-, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy -hasta sus enfrentamientos con Marcelino Martín Blas y el director del CNI, Félix Sanz Roldán- alcanzó un poder ilimitado en la Policía, algo que no tenía precedentes en el Ministerio del Interior. Sobre todo con la llegada de los ministros Alfredo Pérez Rubalcaba y Jorge Fernández Díaz.

Ambos ministros –uno socialista y el otro popular, premiaron al comisario con sendas Medallas al Mérito Policial con distintivo rojo, que están pensionadas de manera vitalicia con el 10% del salario base. Además, Rubalcaba, que lo ascendió a comisario, y Díaz siempre consintieron que Villarejo, que actuaba como agente encubierto y con plena impunidad, dispusiera de un despacho en la novena planta de Torre Picasso, uno de los edificios más emblemáticos de Madrid, en la Castellana y frente al estadio Santiago Bernabéu. Desde esa atalaya, al mismo tiempo que desarrollaba sus labores policiales, gestionaba sus negocios particulares por medio de la sociedad Cenyt, con el conocimiento de sus superiores y los ministros de Interior.

Incluso, Fernández autorizó el nombramiento de Villarejo, de manera secreta, como responsable de la Unidad de Inteligencia, dependiendo directamente del DAO, Eugenio Pino. Esta sección figuraba en el organigrama oficial de la Dirección General de la Policía hasta que este periodista lo desveló y desapareció en unas pocas horas de manera fulminante.

Así mismo, el ex comisario mantenía una estrecha relación con los periodistas más significativos de este país y de todos los medios como queda constatado en las agendas profesionales y personales que tiene en su poder Asuntos Internos.

Las notas sobre el móvil

Según ha podido saber OKDIARIO de fuentes policiales, Villarejo elaboró varias notas informativas, después de que el director de Interviú le entregara en 2016 un pendrive con el contenido incompleto del móvil de Bousselham, que fueron entregadas a sus jefes policiales junto con una copia de la tarjeta.

El comisario, entonces responsable de la Unidad de Inteligencia y hombre fuerte de la Secretaria de Estado, investigó el pendrive intervenido en los registros de su domicilio con el supuesto contenido del móvil de la asesora de Podemos y concluyó que carecía de valor policial. Al menos en ese asunto no existió ninguna operación secreta de espionaje político, al margen de que “Iglesias pretenda ahora sacar réditos políticos paseando su victimismo por los platós televisivos”, como destaca a OKDIARIO un ex alto cargo de Interior que conoce los hechos en profundidad.

La misma fuente señaló a este diario que el caso Villarejo se antoja como uno de los más sencillos para un profesional de la Policía “porque todo lo que ha hecho ha quedado grabado o escrito”. Según su criterio, el Grupo 3º de la Unidad de Asuntos Internos tiene en su poder toda esa información pero “sólo se filtran a algunos medios, sorprendentemente, los dosieres que afectan al Partido Popular o a periodistas que son polémicos con el poder o han investigado a las verdaderas cloacas”.

Una venganza por celos

Villarejo comunicó a sus superiores que la filtración de estos datos se debió a una venganza y a un “ataque de celos” de una persona próxima a la asistente de Iglesias, al descubrir la buena sintonía que existía entre ambos. Nunca se produjo ninguna situación de espionaje político aunque el ex comisario, en un comunicado remitido esta semana a los medios de comunicación, defendía que Podemos fuera investigado por la Policía en otros asuntos relacionados con la financiación ilegal con dinero procedente de Venezuela e Irán.

“¿Cómo es posible que nadie esté defendiendo a la Policía en sus labores de investigación de delitos como eran la posible subversión del orden público orquestada desde potencias extranjeras o la posible financiación ilegal a organizaciones políticas españolas por las dictaduras más abyectas, fuesen caribeñas o persas?”, se preguntaba.

Y concluía: “¿No se investigó por la Policía al PSOE con Filesa y al Partido Popular en Gürtel, Lezo o Púnica? ¿Eran estas investigaciones ilegales? ¿Por qué no me citan a contar todo lo que se sobre esas investigaciones como solicité hace ya casi dos meses? ¿De dónde salieron los papeles de Bárcenas que ha proyectado Podemos en un edificio de todos los madrileños?”.

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