Henry Ramos dice también que la dictadura de Maduro ha financiado ilegalmente a Podemos
Henry Ramos Allup sigue con atención la actualidad informativa en España. De nuevo, a través de su cuenta de Twitter ha confirmado que el régimen de Hugo Chávez y Nicolás Maduro ha financiado ilegalmente a Pablo Iglesias y su partido Podemos con millones de dólares.
La semana pasada el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela se hacía eco de la información publicada por OKDIARIO acerca de una transferencia de 272.000 dólares a una cuenta de Pablo Iglesias en el paraíso fiscal de San Vicente y las Granadinas.
Tras aquellas informaciones, Ramos Allup publicó en su cuenta oficial de Twitter que él mismo poseía un documento que demostraba que Pablo Iglesias había recibido 250.000 dólares en 2014 de manos del ministro de Economía, Rodolfo Clemente Marco Torres. El resguardo del pago a Iglesias en poder del presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela probaría, como el documento publicado por OKDIARIO, que el líder de Podemos habría recibido dinero de la dictadura venezolana tras la fundación del partido morado.
Ramos Allup ha ido más allá este viernes al asegurar lo que es un secreto a voces en Venezuela: el régimen de Chávez y Maduro dio millones de dólares a Pablo Iglesias y a «su Podemos».
Pablo Iglesias y su Podemos, recibieron financiamiento por millones de euros ordenados por Hugo Chávez y después por Nicolás Maduro.
— Henry Ramos Allup (@hramosallup) May 13, 2016
Con este mensaje, Ramos Allup corrobora los pagos que se habrían realizado de forma ilegal a Podemos, más allá de los más de 6,7 millones de dólares recibidos por la Fundación CEPS de Pablo Iglesias y Monedero.
Las pruebas son incontestables y el propio Ramos Allup asegura tener en su poder documentos que prueban la financiación de Podemos por parte del régimen chavista. Como contó este jueves OKDIARIO, el ex ministro de Finanzas de Venezuela, Rafael Isea, realizó una declaración jurada en el consulado español en Nueva York en la que afirmaba que Chávez le ordenó pagar 6,7 millones de dólares a la Fundación CEPS. Los pagos, realizados durante varios años con la excusa de haber realizado trabajos de consultoría, fueron a parar directamente a la fundación de Iglesias y Monedero.