Macri puede poner fin al 26 años de peronismo en la segunda vuelta del 22-N
Ha sido una noche oscura para el peronismo, que puede estar ante su final 26 años después tras la llegada al poder en el 89 de Carlos Ménem. Pese a que el candidato oficialista Daniel Scioli se ha impuesto en las votaciones, la exigua diferencia de dos puntos con respecto al liberal Mauricio Macri señalan a este último como el gran favorito para la segunda vuelta, que tendrá lugar el próximo 22 de noviembre.
Hace tan solo algunas semanas Daniel Scioli, el candidato designado por Cristina Fernández de Kirchner, gozaba de una sólida ventaja en las ecuestas. Tras el recuento en las votaciones al 96% -con bastante retraso, seis horas se demoró el Gobierno en publicar datos oficiales- Scioli se quedaba con el 36’7% de los votos, mientras que Macri ascendía al 34’5%.
Estas cifras significan que ambos candidatos competirán en una segunda vuelta el 22 de noviembre y son, sin duda, mucho más positivas para el liberal Macri que las previsiones más optimistas hasta las horas previas, señalándole como el gran favorito para convertirse en el próximo presidente.
El silencio se apoderó de la sede kirchnerista en Luna Park a medida que se iban conociendo los resultados, una sede en la que las celebraciones habían comenzado antes con, a la postre, demasiado pronto.
Argentina, en recesión desde el año 2011, busca al líder que se enfrente a los nuevos retos económicos, superando su actual crisis. En un país con una gran capacidad exportadora, gracias a sus ricos recursos naturales, el estancamiento económico acecha ante los frenazos en dos de las economías de las que más dependen, la brasileña y la china.
La desolación hizo mella en la sede peronista, preparada para el festejo y sobrepasada por los datos que ofrecieron las elecciones.
La negra noche para el kirchnerismo pasó también por la pérdida de la provincia de Buenos Aires –separada de la ciudad del mismo nombre, y que alberga al 39% de la población del país-, donde el polémico candidato kirchnerista Aníbal Fernández cayó ante la novel política María Eugenia Vidal, también del grupo liderado por Mauricio Macri.