La paliza de unos encapuchados a un inglés en un pub desmonta el relato de Starmer contra la ultraderecha

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Un grupo de hombres ataviados con pasamontañas y con banderas de Palestina han atacado un cliente de un bar en Reino Unido mientras este se encontraba en la terraza del mismo. El incidente se ha producido en Birmingham este lunes, durante un nuevo disturbio de los que llevan días produciéndose en las ciudades inglesas. En esta ocasión, cientos de personas, inmigrantes musulmanes o descendientes de ellos, se han manifestado llegando a actuar de forma violenta en respuesta a los disturbios que han agitado el Reino Unido durante una semana. Cientos de grupos anti inmigración se han lanzado a provocar el caos en las calles desde la semana pasada, tras el asesinato de tres niñas en un apuñalamiento múltiple en la ciudad de Southport. Al mismo tiempo, se han producido diferentes contra manifestaciones promovidas para la izquierda. El ataque de este lunes contradice el discurso del primer ministro británico, Keir Starmer, que ha señalado exclusivamente a los grupos de extrema derecha por la violencia que vive el Reino Unido desde hace una semana. El líder británico ha acusado a la ultraderecha de ejercer el «matonismo» contra la población inmigrante.

En uno de los disturbios producidos ayer, un hombre que se encontraba en la terraza de un pub y se encaró con uno de los manifestantes. Varios de los compañeros del manifestante, que portaban banderas de Palestina, entraron entonces en la terraza, algunos saltando el muro, para propinar una brutal paliza al cliente, tal y como se puede ver en un vídeo publicado en redes sociales. En total, unas diez personas golpearon al hombre mientras éste intentaba ocultarse bajo una mesa.

Algunos de los testigos que presenciaron el ataque desde el interior del bar gritaban, avisando al hombre para que entrara en el local. «Le están pegando, ¡Entra, entra!», se escucha en el vídeo, mientras alguno de los atacantes golpea también la puerta del establecimiento. 

Este ataque se produce después de una semana de disturbios protagonizados por grupos contrarios a la inmigración ilegal. Estos grupos han tomado las calles después del brutal ataque a un centro infantil en la ciudad de Southport el pasado lunes 29 de julio. En el ataque fallecieron tres niñas y otros ocho menores resultaron heridos. El autor del atentado fue un joven de 17 años nacido en Cardiff, hijo de inmigrantes ruandeses. Tras el asesinato de las niñas, la violencia de los disturbios ha ido creciendo alentada por los grupos de extrema derecha. Los manifestantes protestan contra la inmigración ilegal, especialmente con la de origen islámico.

La escalada de agresividad y violencia en los disturbios provocaron el incendio el pasado domingo el hotel Holiday Inn Express de la ciudad de Roterham, donde se alojaban solicitantes de asilo. Los manifestantes rompieron los cristales de las ventanas del hotel para posteriormente prenderle fuego. Las protestan se han vuelto incontrolables para las fuerzas de seguridad. Los manifestantes se encontraron con una contra manifestación de izquierda que coreaba consignas a favor de la inmigración. Las tensiones aumentaron hasta el punto de incendiar un hotel ante la impotencia de la policía, que se vio obligada a retroceder ante la violenta multitud.

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