El Ejército y la Policía intervienen tras un tiroteo entre narcotraficantes en Montpellier

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Juanan Jiménez
  • Juanan Jiménez
  • Responsable de la mesa de coordinación. Especializado en información nacional e internacional, breaking news, periodismo de datos y visualización, también escribo sobre motor y tecnología.

El pánico se ha desatado en pleno barrio de Mosson-la Paillade en Montpellier tras un intenso tiroteo. A los pies de la torre Assas, dos bandas de narcotraficante se han enfrentado a tiros en plena calle, lo que obligó a la Policía y al Ejército a intervenir.

Francia vive momentos críticos. En pleno estado de alarma y con la alarma antiterrorista en máximo nivel tras los últimos atentados terroristas como el de Niza, los vecinos de Montpellier se han llevado un gran susto cuando este domingo han escuchado un tiroteo en el barrio de Mosson-la Paillade.

Hombres vestidos completamente de negro y encapuchados se han enfrentado con armas automáticas en plena calle. Se trata, según han informado fuentes policiales, de un enfrentamiento entre dos bandas de narcotraficantes rivales. Algunos testigos del tiroteo en Montpellier aseguran haber visto y escuchado ráfagas disparadas por Kalashnikov, un subfusil automático considerado arma de guerra.

Ante la gravedad de lo sucedido, al lugar de los hechos se han desplazado no sólo numerosas unidades de la policía gala, también efectivos del Ejército completamente pertrechados han acudido tras la llamada de decenas de vecinos.

Pese a lo espectacular de las imágenes, según las autoridades francesas no se han registrado heridos tras el tiroteo en Montpellier.

El terrorista de Niza viajó «para matar»

El autor del atentado contra una iglesia de Niza en el que murieron el pasado jueves tres personas «obviamente» fue a Francia «para matar», ha declarado este domingo el ministro del Interior francés,
Gérald Darmanin.

El sospechoso, el tunecino Brahim Issaui, «llevaba en territorio nacional apenas unas horas» y fue captado por las cámaras de seguridad cerca de la Basílica de Nuestra Señora de Niza en día antes del ataque, ha explicado Darmanin en una entrevista publicada este domingo por el periódico ‘La Voix du Nord’.

«¿De qué otra manera explicar por qué se armó con varios cuchillos apenas llegó?», ha argumentado Darmanin. Según fuentes cercanas a la investigación, el tunecino de 21 años llegó a Niza el martes. «Por supuesto, le corresponde al fiscal antiterrorista definir cuándo elaboró su plan para asesinar, pero obviamente no vino para conseguir los papeles», ha añadido.

El sospechoso está detenido y hospitalizado. Tenía antecedentes penales por violencia y drogas en su país y partió de la ciudad de Sfax, en el centro de Túnez, a mediados de septiembre para llegar a la isla italiana de Lampedusa el 20 de septiembre. Alcanzó el continente en Bari el 9 de octubre. Otras cinco personas están detenidas en relación con este incidente.

Uno de los detenidos el viernes es un individuo de 35 años que estaba en contacto directo con el terrorista. El segundo arrestado el viernes tiene 33 años y vivía con el anterior sospechoso. El tercero es un hombre de 47 años que está siendo retenido para ser interrogado. Los dos últimos detenidos son dos hombres de de 25 y 63 años respectivamente. Ambos estaban presentes en la casa de un hombre previamente arrestado en Grasse el sábado, informa la cadena BFMTV.

Un total de tres personas fallecieron como consecuencia del «atentado terrorista islamista» perpetrado el jueves en la Basílica de Nuestra Señora de Niza. Todas las víctimas tenían cortes profundos en el cuello y una de ellas fue prácticamente decapitada, según la Fiscalía.

El supuesto autor del ataque resultó herido de bala por disparos de las fuerzas de seguridad y fue evacuado a un hospital con pronóstico grave tras su arresto. El fiscal antiterrorista, Jean-François Ricard, explicó que «el presunto autor del atentado no figura en los registros de huellas digitales ni se encontraba en el radar de los servicios de Inteligencia franceses».

Ricard indicó que las primeras investigaciones apuntan a que el individuo llegó el jueves sobre las 7.00 horas a la estación de tren de Niza, donde se cambió de ropa.

Una vez fuera de la estación, recorrió unos 400 metros hasta la basílica, en la que habría entrado a las 8.30 aproximadamente. Allí habría permanecido poco más de media hora, antes de perpetrar el crimen e intentar huir.

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