El Gobierno está harto de los conflictos exteriores que provoca el fundador de Wikileaks

Ecuador corta las comunicaciones de Assange con el exterior de su embajada en Reino Unido

Julian Assange
Julian Assange, recluido en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012. (Foto: AFP)

El Gobierno de Ecuador no quiere más líos con su ‘huésped’ Julian Assange, recluido en su embajada de Londres desde hace seis años. El Ejecutivo liderado por Lenín Moreno le ha cortado todos los sistemas de comunicación que le permiten emitir mensajes al exteriores —principalmente su muy activa cuenta de Twitter— después de que el fundador de Wikileaks haya incumplido su compromiso de no provocar conflictos en las relaciones del país latinoamericano con otros países.

El Ejecutivo ecuatoriano desliza, en una nota oficial, que si Assange no detiene sus provocaciones podría incluso expulsarlo de sus dependencias. Concretamente, dice el comunicado que el Gobierno de Moreno «mantiene abierta la vía a la adopción de nuevas medidas ante el incumplimiento del compromiso» por parte del fundador de WikiLeaks.

Después de que en diciembre de 2017, Assange se comprometiera con sus anfitriones a no volver a causarles problemas, el ciberpirata buscado por la Justicia británica por haber violado su arresto domiciliario y que fue acusado de una doble violación en Suecia, ha vuelto a tuitear a propósito del golpe de Estado independentista en Cataluña y de las recientes elecciones presidenciales en Rusia.

Así, Assange se permitió afirmar que la euroorden es un «abuso que permite detener sin garantías a las personas a lo largo de toda la UE» y que es «una de las razones por las que los británicos prefirieron el Brexit, porque si alguien decide sobre tu territorio, no es tu territorio».

E incluso comparó a la actual policía alemana, que detuvo este domingo a Puigdemont con la Gestapo nazi y al Gobierno español con el de la dictadura franquista: «En 1940, el presidente electo de  Cataluña, Lluís Companys, fue capturado por la Gestapo a petición de España, donde fue enviado y ejecutado. Hoy, la policía alemana ha arrestado al presidente electo de Cataluña, Carles Puigdemont, a petición de España para ser extraditado».

En cuanto a las elecciones rusas, Assange ha concedido este mismo miércoles una entrevista al diario italiano ‘La Repubblica’ en la que define al recientemente reelegido —con un 76% de los votos— Vladimir Putin como «el líder más efectivo que conoce Rusia desde la era soviética». Precisamente es la financiación procedente de este país la que ha sido señalada como la responsable del activismo de Assange desde hace varios años desde su reclusión en la embajada ecuatoriana.

Según dice Assange en esa entrevista, «es correcto» argumentar que el Kremlin controla los canales de televisión estatales, pero el activista lo justifica a pesar de presentarse a sí mismo como un adalid de la libertad de expresión y del control de los poderes políticos: «Si nos fijamos en lo que sucedió con el pueblo ruso, teniendo que lidiar con Gorbachov y Yeltsin, quienes llevaron a la nación a un colapso hasta que la gente moría de hambre, Putin es el líder más efectivo que Rusia ha visto en años».

Para después ensalzar su figura como el político que ha «aumentado muy sustancial de las pensiones y los salarios» y quien está lidiando con «un estancamiento económico en los últimos cuatro años» logrando que no llegue el colapso, sino que los males sean «moderados en comparación con lo que sufrieron los rusos durante la década los 90».

Ecuador ha acabado harto

Después de leer esta entrevista, el Gobierno de Ecuador ha acabado harto de su huésped y de sus injerencias en su política exterior. Así que ha decidido cortar por lo sano. Assange ya no sólo estará recluido en las dependencias diplomáticas ecuatorianas en Londres, sino que quedará incomunicado con el exterior.

La medida responde al incumplimiento flagrante por parte del australiano de su propio compromiso con su anfitrión a finales de 2017: no emitiría mensajes que supusieran una injerencia en relación a otros Estados.

Sin embargo, y como pese a las sucesivas peticiones por parte del Ministerio de Exteriores ecuatoriano, Assange ha vuelto a hacer campaña sobre cuestiones políticas que afectan a otros países en las últimas semanas —criticó la decisión del Gobierno británico y de sus aliados de expulsar a diplomáticos de Moscú por el caso Skripal—, el Gobierno del presidente Lenín Moreno lo ha incomunicado.

Un comunicado de la cancillería ecuatoriana explica que el comportamiento de Assange, con sus mensajes a través de Twitter, pone en riesgo las buenas relaciones que el país mantiene con Reino Unido, el resto de países miembros de la Unión Europea, y otras naciones. «Por todo ello, para prevenir potenciales perjuicios, la embajada en Londres interrumpió este 27 de marzo las comunicaciones al exterior a las que tiene acceso Assange», apunta la nota oficial, que desliza la posibilidad de expulsar al ciberpirata en cualquier momento si no ceja en su provocación.

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