Austria y Dinamarca también se suman al reconocimiento de Guaidó como presidente
«El régimen de Maduro se ha negado hasta la fecha a aceptar unas elecciones presidenciales libres y justas. Por este motivo, consideramos desde este momento al presidente Guaidó como presidente interino legítimo de conformidad con la Constitución venezolana», ha dicho en un mensaje en español en su cuenta en la red social Twitter.
Austria, uno de los países que rechazó en un primer momento su reconocimiento a Guaidó, cambió de opinión el domingo después de la conversación que mantuvo Kurz con el presidente de la Asamblea venezolana.
«Si Maduro no responde a la petición de la UE para elecciones libres y justas, aceptaremos y apoyaremos a Juan Guaidó como presidente ‘ad interim’ de Venezuela», dijo en Twitter el canciller.
Maduro ha hecho caso omiso del ultimátum de los países occidentales, entre ellos España, que ya ha reconocido a Guaidó como «presidente interino constitucional», y ha denunciado los intentos externos por desalojarle del poder.
Estados Unidos, Canadá y varios países iberoamericanos ya han reconocido oficialmente a Guaidó como presidente interino tras su autoproclamación en Caracas el 23 de enero y tras la polémica reelección de Maduro en unas elecciones presidenciales rechazadas por varios países de la comunidad internacional por la ausencia de candidatos opositores y por falta de garantías.
Por su parte, «Dinamarca reconoce al presidente de la Asamblea Nacional Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela hasta que se celebren nuevas elecciones libres y democráticas», ha anunciado el ministro de Exteriores danés, Anders Samuelsen, en su Twitter.
El jefe de la diplomacia danesa ha «aplaudido» las declaraciones similares que han hecho otros socios europeos y ha adelantado que habrá «una importante declaración de la UE», sin ofrecer más detalles.
España, Reino Unido, Suecia, Austria y Francia ya han reconocido a Juan Guaidó como presidente de Venezuela después de que Nicolás Maduro no haya convocado elecciones presidenciales en el plazo de ocho días que le habían dado varios líderes europeos, entre ellos Pedro Sánchez.