Cientos de bomberos y miembros del cuerpo de Marines luchan desde el pasado domingo contra el fuego. El buque de guerra estadounidense permanece amarrado en un astillero de San Diego, donde estaba siendo sometido a trabajos de mantenimiento.
60 personas, entre marineros y civiles han resultado heridos a pesar de que el armamento y la mayor parte de sus 1.000 tripulantes han sido desalojados del barco. Se desconocen las causas del incendio que comenzó en la bodega de carga y ha provocado al menos una gran explosión.