El chef Dani Garcia da el truco definitivo para hacer patatas fritas: mejores que las de la abuela
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Existen multitud de trucos de cocina para hacer las mejores patatas fritas, pero pocos tan valiosos como el del reconocido chef Dani García. A primera vista, hacer unas patatas fritas puede parecer una tarea sencilla. Simplemente hay que cortar las patatas, ponerlas en aceite caliente y esperar a que se doren. Pero en la práctica, no siempre resulta tan fácil. A menudo nos encontramos con patatas crudas, otras quemadas, algunas partidas… en fin, un plato que deja mucho que desear, sobre todo si tenemos invitados en casa.
Por este motivo, el chef Dani García ha decidido compartir sus secretos para lograr que las patatas fritas salgan perfectas y uniformes en un vídeo publicado en YouTube. Estos trucos de cocina son fruto de su experiencia, de probar una y otra vez hasta encontrar la fórmula ideal.
Truco para hacer las mejores patata fritas
Para lograr unas patatas fritas perfectas, el proceso comienza con la adecuada preparación y corte de las patatas. El chef destaca la importancia de tomarse el tiempo necesario para cortarlas de manera uniforme, procurando que todas tengan el mismo tamaño. Esto garantiza que compartan el mismo tiempo de cocción, evitando así posibles inconvenientes durante la fritura.
Es crucial lavar bien las patatas antes de freírlas para eliminar todo el almidón. Esto se logra cuando el agua utilizada para enjuagarlas sale transparente en lugar de blanca. El siguiente paso es escurrir las patatas a fondo y sazonarlas con sal antes de freírlas, no después. García explica que al sazonarlas previamente, las patatas liberarán el exceso de agua, lo cual es fundamental para lograr una textura crujiente.
Durante la fritura, que consta de dos etapas, es importante controlar la temperatura del aceite. García recomienda verter las patatas en el aceite caliente con cuidado, utilizando una espumadera para evitar salpicaduras. El fuego debe mantenerse a una temperatura media-alta para evitar que las patatas se quemen por fuera y queden crudas por dentro.
Tras aproximadamente cuatro minutos de cocción, las patatas habrán descendido al fondo de la sartén debido al agua que contienen en su interior. Es importante removerlas con cuidado para evitar que se peguen y para permitir que liberen el exceso de agua. Después de este tiempo, se aumenta la potencia del fuego y se espera a que las patatas comiencen a flotar, indicando que están deshidratadas y casi cocidas.
El último paso consiste en sacar las patatas del aceite, escurrirlas con la espumadera y colocarlas sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite. El resultado son unas deliciosas patatas fritas, perfectas en sabor y textura.
¿Qué impacto tienen en la salud?
Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), la patata es un alimento fundamental y una excelente fuente de nutrientes, incluyendo la vitamina C. Sin embargo, durante el proceso de cocción, una parte significativa de esta vitamina se puede perder. Por ello, se recomienda cocinar las patatas al vapor o al horno, envueltas en papel de aluminio, para preservar su contenido.
La cantidad de vitamina C que proporciona equivale al 46% de la ingesta recomendada para adultos de 20 a 39 años con una actividad física moderada. Además, la patata es rica en hidratos de carbono, principalmente en forma de almidón, con una pequeña proporción de glucosa, fructosa y sacarosa. Además de la vitamina C, la patata también aporta minerales como el potasio, que contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y muscular.
¿Cómo conservarlas?
La patata, un alimento que ha estado presente desde el siglo XVI, se ha convertido en un pilar fundamental de la alimentación mundial. Su versatilidad en la cocina y sus diferentes sabores según la variedad y la forma de cocinarla la hacen inigualable.
Existen varios tipos de patatas según el momento de recolección. Las tempranas, recogidas antes de su completa maduración entre marzo y junio, son pequeñas, lisas y con carne compacta. Por otro lado, las de estación, recolectadas entre junio y finales de verano, son más grandes y versátiles en la cocina. Finalmente, las patatas viejas o tardías, recolectadas en octubre, son más arrugadas y oscuras, con un sabor más intenso.
Para conservar las patatas en casa y evitar que germinen o se pudran prematuramente, se recomienda almacenarlas en un envase que permita el paso del aire, en un lugar oscuro y fresco, evitando la humedad y la compañía de otras frutas y verduras que puedan acelerar su maduración.
Es importante tener en cuenta que las patatas cocidas se pueden conservar en el frigorífico durante tres o cuatro días, mientras que las peladas deben guardarse en agua fría con un poco de zumo de limón para evitar que absorban demasiada agua.
Por último, no es una buena idea congelar las patatas, ya que esto afecta tanto a su sabor como a su textura, haciéndolas muy acuosas. Siempre es mejor optar por patatas frescas y de calidad.