Historia de España

Nuevas perspectivas sobre la relación entre España y Portugal a lo largo de la historia

Las nuevas perspectivas sobre la relación entre España y Portugal revelan una historia rica y multifacética que continúa evolucionando.

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Relación entre España y Portugal.
Francisco María
  • Francisco María
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La relación entre España y Portugal es tan amplia y profunda como su propia historia. Al constituir la gran mayoría de la península ibérica, ambos países tienen lazos histórico-culturales y geográficos especiales, marcados por siglos de acercamientos, diferencias y desencuentros.

La realidad es que entre España y Portugal la relación no siempre ha sido sencilla, sobre todo por los históricos enfrentamientos entre ambas naciones y por las condiciones intrínsecas a la vecindad geográfica.

Antecedentes y unificación de las coronas

La historia de las relaciones entre España y Portugal comienzan cuando Alfonso VI de León ofreció el señorío de los ducados de Portucale y Coimbra al infante Enrique de Borgoña. Al morir este en 1112, su esposa doña Teresa se hizo cargo del territorio debido a la minoría de edad de su hijo, Alfonso Enríquez.

Sin embargo, cuando Alfonso creció, su madre se negó a renunciar al cargo, por lo que a él no le quedó otra opción que enfrentarse a sus ejércitos. Tras vencerlos, Don Alfonso ascendió al poder del condado portucalense, y poco tiempo después acabó proclamándose rey de Portugal en 1139, título que fue reconocido por el Papa en 1179.Ruta Galicia y Portugal

A lo largo del medio evo, el reino de Portugal atravesó por muchos momentos de guerra y de paz con los reinos de León y Castilla, hasta que tuvo lugar la batalla de Aljubarrota en agosto de 1385. La misma estableció una alianza sólida y poderosa entre Inglaterra y Portugal, la cual terminó derrotando al ejército castellano. A partir de entonces, Portugal buscó la ayuda de su poderoso aliado para poder alcanzar su independencia.

La Unión Ibérica con Felipe II

Con la llegada de Felipe II al trono portugués, la independencia de Portugal se vio truncada. Este reinado, que abarca los años 1580 – 1640, fue asumido por el país luso como una época oscura en la que la población se vio sometida a España, una perspectiva que caló en el imaginario colectivo portugués. Sin embargo, según el autor António Henrique Rodrigo de Oliveira Marques, la realidad es que este periodo no fue tan malo para Portugal.

A pesar de que el rey no era portugués, todos los cargos del país fueron ocupados por portugueses y la administración del país continuó bajo el dominio de las grandes familias lusas.

Los imperios de España y Portugal

Entre los siglos XV y XVI, España y Portugal se alzaron como las grandes potencias de los descubrimientos de América y el Pacífico. Para ese entonces se firmó el famoso Tratado de Tordesillas (1494) entre Isabel y Fernando, reyes de Castilla y de Aragón, y Juan II de Portugal. En el mismo se establecía el reparto de las zonas de navegación y conquista del océano Atlántico y del «Nuevo Mundo» (América) para evitar un conflicto de intereses entre ambas naciones.

En la práctica, sin embargo, los portugueses no respetaron la ruta establecida en las recientemente descubiertas Antillas.

Guerras y enfrentamientos entre los siglos XVIII y XIX

Durante el siglo XVIII, los ilustrados españoles plantearon la idea de una relación amistosa con Portugal, pero en la realidad la relación seguía siendo complicada. Un ejemplo de ello fue la llamada guerra Fantástica entre ambos países, la cual se enmarcaba en los conflictos de la guerra de los Siete Años. Durante la guerra, España, aliada con Francia, intentó invadir Portugal, aliada de Inglaterra, pero dicha invasión fue todo un fracaso.Mapa Mundi antiguo

A partir del siglo XIX, España y Portugal protagonizaron un nuevo conflicto en medio de las guerras napoleónicas: la guerra de las Naranjas. España invadió algunos territorios portugueses que más tarde devolvió, con excepción de Olivenza y Villarreal. La intención de Francia, a este punto, era usar a España como peón para obligar a Portugal a cerrar sus puertos a los ingleses, su gran imperio enemigo.

Periodos de dictaduras

Una vez que el dictador Salazar asumió el poder de Portugal, su política exterior fue la misma de siglos anteriores: alianza con Inglaterra. Durante este periodo, Salazar apoyó a Franco en la guerra civil no porque lo considerara su socio, sino porque esperaba que, tras la victoria, España se alejara a Portugal.

Una vez que terminaron los periodos dictatoriales en ambos países, la política exterior portuguesa dio un giro trascendental.

Desde la Unión Europea hasta la actualidad

Desde que se produjo la incorporación simultánea de los dos países a la Unión Europea en 1986, las relaciones entre ambos países fueron mejorando paulatinamente. Durante los años siguientes, ambos países crecieron económicamente, mejorando su calidad de vida, pero con una evidente diferencia. Mientras España crecía de una manera bastante notoria, Portugal lo hizo de forma moderada.

En términos de política, la actitud de Portugal con respecto a España cambió radicalmente en muy poco tiempo. Desde que el entonces primer ministro en Portugal, José Sócrates, dijo que su prioridad en política exterior era un acercamiento con España, las relaciones mejoraron significativamente. Incluso en el ámbito turístico y cultural, ya que los intercambios de turistas han crecido enormemente.

Influencias Culturales Compartidas

A lo largo de los siglos, España y Portugal han influido mutuamente en sus culturas, lenguas y tradiciones. Desde la literatura y la música hasta la gastronomía, las similitudes y diferencias entre ambos países han dado lugar a un rico intercambio cultural. La música fado en Portugal y el flamenco en España, aunque diferentes, comparten raíces similares que hablan de una historia compartida de pasión y sufrimiento.

La Unión Europea: un Nuevo Paradigma

En la actualidad, la relación entre España y Portugal ha cambiado drásticamente, en gran parte gracias a la integración europea. Como miembros de la Unión Europea, ambos países han encontrado un nuevo marco para la cooperación, lo que ha permitido abordar desafíos comunes como la migración, el desarrollo económico y la sostenibilidad. Esta cooperación puede verse como una continuación de su historia compartida, pero en un contexto moderno que prioriza la colaboración sobre la competencia.

Desafíos Contemporáneos y Oportunidades Futuras

Hoy en día, España y Portugal enfrentan desafíos similares, como el cambio climático, la crisis económica y la necesidad de innovación tecnológica. La colaboración en áreas como la energía renovable y la investigación científica puede fortalecer aún más sus lazos. Además, la creciente importancia de la identidad ibérica y la conciencia cultural podría llevar a una mayor integración en diversos ámbitos, desde el turismo hasta la educación.

Conclusión

A medida que ambos países navegan por el siglo XXI, su capacidad para aprender del pasado y colaborar en el presente será fundamental para enfrentar los desafíos futuros y fortalecer su relación, demostrando que, a pesar de sus diferencias, hay un camino común que pueden seguir construyendo juntos.

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