La conquista de la India por los británicos
La conquista de la India por los británicos es un capítulo crucial en la historia del colonialismo. Aquí te contamos cómo fue el proceso.
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Durante siglos, el territorio indio había sido codiciado por conquistadores de todo el mundo, desde Alejandro Magno hasta el Imperio británico. Las primeras civilizaciones indias datan de hace más de 5.000 años, pero no fue, sino hasta hace 2.500 años que en la región se establecieron los primeros reinos o estados. En el siglo IV a.C. el emperador Ashoka Vardhana intentó unir todos los reinos del subcontinente indio y a partir de entonces, diferentes dinastías y reinos indios se enfrentaron por imponerse en el poder.
Comienza la colonización
La llegada de los británicos a la India se remonta a finales del siglo XVI, cuando la Compañía de las Indias Orientales fue establecida por comerciantes ingleses. Inicialmente, su objetivo era el comercio de especias y otros bienes valiosos. A lo largo del siglo XVII y XVIII, la Compañía comenzó a establecer puestos comerciales y a expandir su influencia, aprovechando la fragmentación política de la India, donde numerosos reinos competían entre sí.
A partir del siglo XVI, los grandes reinos de Europa comenzaron a enviar sus flotas hasta el océano Índico para llegar hasta las Indias. El primero en hacerlo fue el navegante portugués Vasco da Gama en 1498, pero una vez entrado el siglo XIX, la Compañía Británica de las Indias Orientales logró dominar gran parte de los territorios de la India, iniciando así un proceso de colonización.
¿Por qué los británicos estaban interesados en colonizar India?
La posesión de la India para los ingleses representaba una gran fuente de riquezas y una pieza clave en la consolidación del sistema capitalista. En aquella época, la India contaba con una numerosa población de cerca de 250 millones de habitantes y el desarrollo de varios centros urbanos; como la industria textil artesanal, la cual activaba el comercio de telas de algodón en el mercado interno y externo.
A través de la extracción de minerales como el hierro, carbón y la bauxita, Inglaterra aceleró la construcción de ferrocarriles e incrementó la producción de industria pesada. Asimismo, la explotación de yute, trigo, aceites y té, entre otros productos, fortaleció a distintas industrias, ampliando el capital de los empresarios y burgueses aliados de la corona.
¿Cómo fue la colonización británica en India?
La presencia británica en la India se remonta a los años 1600, cuando los portugueses, franceses y holandeses se disputaban el establecimiento de emporios costeros. A mediados del siglo XVIII, los ingleses habían logrado monopolizar parte del comercio de la región (Madrás, Bombay y Bengala), y desde entonces pusieron en marcha su hegemonía política al interior de la península.
A través de la Compañía de las Indias Orientales, empresa privada con amplios poderes otorgados por la Corona, los ingleses llevaron a cabo su plan de conquista y colonización de la India. Esto fue posible gracias a la ausencia de gobernantes fuertes en la India y a las rencillas internas entre los príncipes de los reinos.
En 1757 Robert Clive, líder de las tropas de la Compañía de las Indias Orientales, derrotó a las fuerzas indias en la batalla de Plassei (Bengala), mientras que las tribus marathas, que tenían influencias en parte de territorio, fueron derrotadas definitivamente en 1761. En el año 1774, Warren Hastings fundó el imperio británico en la India y se convirtió en el primer gobernador de la compañía.
Después de una serie de guerras contra Afganistán, Birmania, Nepal y otros pueblos, Inglaterra logró extender sus posesiones al Sur, al centro de la península, al valle del Ganges y Birmania al Este, y al reino Sikh del Punjab al Norte. De esta manera, el subcontinente indio quedó bajo el dominio de la Compañía de las Indias Orientales a mediados del siglo XIX.
Las Guerras Marathis y la Expansión Británica
Según la Compañía de las Indias Orientales consolidaba su poder, se produjeron una serie de guerras que facilitaron la expansión británica. Las Guerras Marathis (1775-1818) fueron cruciales, ya que permitieron a los británicos debilitar a uno de los principales rivales en la región. Con el Tratado de Bassein en 1802 y el Tratado de Pune en 1818, la Compañía consolidó su control sobre vastas áreas de la India.
Gobierno de territorios indios
Gran parte de los territorios conquistados fueron gobernados directamente por autoridades inglesas. En los 600 estados restantes se estableció una dominación indirecta, en donde los príncipes ejercían el poder político y los representantes de la corona inglesa manejaban las actividades económicas.
En la medida en que se enfrentaban a crisis políticas y problemas económicos, diversos estados se fueron adhiriendo al imperio británico. La posesión y colonización de la India pudo llevarse a cabo con un ejército de unos 70 mil soldados británicos y cerca de 900 funcionarios.
Este proceso colonizador se dividió en dos etapas: la primera, de 1772 a 1857, y la segunda, que se extendió hasta 1947, año en que la India logró su independencia.
La Lucha por la Independencia
El descontento con el dominio británico fomentó la formación de movimientos nacionalistas en el siglo XX. Líderes como Mahatma Gandhi y Jawaharlal Nehru jugaron papeles clave en la lucha por la independencia. A través de una combinación de resistencia no violenta y protestas masivas, el pueblo indio logró finalmente su independencia en 1947, marcando el fin de casi 200 años de dominio británico.
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