Sale a la luz la mayor amenaza de Daniel Sancho en la cárcel de Surat Thani
El hijo del actor fue trasladado de cárcel tras conocerse la sentencia
Daniel Sancho sigue acostumbrándose a su nueva vida en la cárcel de Surat Thani, donde ha sido trasladado después de que se conociese la sentencia a cadena perpetua tras encontrarle culpable del asesinato de Edwin Arrieta. Tras cumplir los días de cuarentena se ha podido incorporar a la vida carcelaria, donde se ha encontrado con el problema de apenas tener posibilidad de hablar con sus compañeros debido a los problemas por el idioma. Allí la mayoría de los presos son locales y apenas hablan inglés, por lo que el hijo de Rodolfo Sancho ya habría pedido ayuda de un traductor para poder integrarse lo antes posible. Allí compartirá su vida a partir de ahora con otros condenados que tienes condenas largas, por lo que deberá hacer todo lo posible para conseguir tener una vida lo más ocupada posible, pero no será fácil.
Aunque es complicado saberlo, lo cierto es que los que conocen el país y sus cárceles aseguran que el cambio de prisión es duro, ya que las condiciones son mucho peores que en Koh Samui, donde ha permanecido algo más de un año en prisión preventiva. Allí sí había compañeros extranjeros y el nivel de ocupación era mucho menor, pero en su nueva ubicación se tendrá que enfrentar a una cárcel masificada en la que tendrá que luchar por un sitio para dormir e incluso para poder comer. Los peores pronósticos los confirma Javier Casado, presidente de la Fundación +34, dedicada a ayudar a los presos españoles en el extranjero, que ha dejado claro que su vida cambiará mucho a partir de ahora, dejando algunos consejos para que su estancia allí sea lo más tranquila posible.
Según este experto, lo que debe evitar en todo momento cualquier tipo de pelea, ya que allí «son muy peligrosas» y podrían acabar con él en la enfermería. «Le recomiendo que sea un fantasma, que no se haga notar bajo ningún concepto, que desaparezca para bien y para mal», asegura para la revista Pronto.
Pese a todo, lo peor está por llegar para él, ya que «donde está ahora está relativamente bien, pero cuando le manden a la prisión de Bangkok se encontrará con 7.000 reclusos en un lugar preparado para la mitad, una cárcel en la que cumplen penas personas muy peligrosas y con condenas extremas», asegura en la revista.
Lo único bueno que traería este posible cambio de prisión, es que está mejor comunicada. «La ventaja es que se encuentra en la capital, que es mucho más accesible para visitarle que la actual, que está a 1.200 kilómetros y peor comunicada para visitas de abogados o de familiares», asegura Casado.
Daniel Sancho es uno de los casi mil españoles que cumplen pena en una cárcel fuera de nuestro país. El presidente de la Fundación +34 recorre durante gran parte del año muchas de ellas, por lo que conoce bien qué ocurre y cómo son las condiciones a las que se enfrentará el español lejos de occidente. «Las condiciones son infrahumanas, con un gran hacinamiento, escasez de comida, situaciones violentas, durmiendo en el suelo porque no tienen camas…», asegura.
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