Maduro arma civiles para responder si tropas extranjeras entran en Venezuela con la ayuda humanitaria
Freddy Bernal, designado protector del estado de Táchira por el régimen de Nicolás Maduro, inició un recorrido en la frontera colombo venezolana junto a funcionarios de la FAES y la FAN, pocas horas después de anunciar el presidente interino de Venezuela Juan Guaidó la llegada de ayuda humanitaria al país.
La presencia de Freddy Bernal en las zonas fronterizas, más allá de amedrentar, tiene como principal objetivo el de reclutar civiles y ex militares para que respondan en caso de ser llamados desde Miraflores. Los ‘chavistas’ están armando a civiles para que ejerzan una respuesta inicial en caso de que militares de terceros países entren al territorio nacional para garantizar la entrada del convoy de la ayuda humanitaria.
Bernal, la mano dura de Maduro en la frontera, se ha dejado grabar pidiendo a militares y policías colombianos que no permitan la entrada de la ayuda humanitaria al territorio venezolano, algo que puede ocurrir en las próximas horas. Se ha desplazado hasta la frontera después de que un mando del ejército estadounidense, Craig Faller, se paseara tranquilamente por la zona colombiana de la frontera tras reunirse con representantes de las fuerzas armadas colombianas para hablar del flujo migratorio.
Los ciudadanos, como pasa en gran parte del país, mientras tanto viven ajenos a la realidad de la zona y a los problemas que pueden sufrir en los próximos días para hacer un recorrido que para ellos es habitual. Cruzar el puente de Simón Bolívar, que une las poblaciones venezolanas de San Antonio y San Cristóbal con la colombiana de Cúcuta, es un paseo normal para los que viajan al otro país a comprar algunos alimentos de primera necesidad, pero también para los ‘malantras’ como se conoce en Venezuela a los delincuentes comunes, que usan este tramo del Río Táchira para el contrabando de productos estupefacientes sin mucho control. Pero no es la única actividad ilegal que se realiza en la zona: los guerrilleros del ELN y los paramilitares colombianos también hacen de las suyas.
El estado de Táchira, el más cercano a Colombia y uno de los más perjudicados por la crisis humanitaria, será el primero en recibir la ayuda que llegue al país. E irá destinada a los enfermos. Los hospitales en algunos casos no tienen ni agua ni material sanitario, y se proveerá de ello para atender a los que requieren de atención médica. La gobernadora del estado, Laidy Gómez, se ha significado ya al lado de Juan Guaidó pero se desconoce si el resto de los vecinos y los uniformados seguirán sus pasos y facilitarán la entrada del material humanitario.
Tampoco se sabe quién va a hacer el ingreso de ese material al país. Todo apunta a que será Cruz Roja, junto a Caritas, pero es una de las cuestiones claves para saber cómo va a ser esa entrada del material. La oposición espera que el escenario con la entrada de dicho material sea pacífico y que el puente de Simón Bolívar cumpla el papel desestabilizador como cuando Hungría abrió las puertas al éxodo de alemanes orientales a la entonces Alemania tras la caída del Muro de Berlín, en 1989. Pero eso de momento no es más que un deseo de la oposición, que para que deje de ser una fantasía y se convierta en realidad, necesitan de la complicidad de los militares para que abran las barreras y dejen entrar todo ese material.