El restaurante más antiguo de Tenerife, Medalla de Oro, sólo atiende 5 horas al día y lleva abierto desde el siglo XIX
Por desgracia, hay bares clásicos de Tenerife que se han visto obligados a bajar la persiana, pero en La Orotava, un pequeño rincón de la isla, todavía resiste un restaurante fundado hace 126 años.
Hablamos del bar Chucho-Casa Emiliano, fundado oficialmente en 1899, y que presume de ser el restaurante más antiguo de la isla. Además, lo ha hecho sin cerrar por causas externas ni un solo días.
Pandemias, guerras, crisis… Nada ha podido con este restaurante familiar. Por ello, ahora ha sido galardonado con la Medalla de Oro de Tenerife. Y lo más curioso es que sólo abre cinco horas al día.
El restaurante más antiguo de Tenerife lleva 126 años de actividad
El bar-bodegón fue fundado a finales del siglo XIX por Domingo González González, bisabuelo del actual propietario, Jesús González Domínguez, conocido por todos como Chucho.
En sus inicios, el local era una humilde bodega de vino y chochos, muy popular entre jornaleros y vecinos que pasaban por la carretera que unía el casco histórico de La Orotava con La Perdoma.
Con los años, el negocio pasó de generación en generación. Primero lo dirigió Hermenegildo González, después Modesto González (Emiliano) y su esposa Milagros Domínguez, quienes combinaron la venta de vino con comestibles.
Finalmente, en 1977, el propio Chucho tomó las riendas del restaurante y lo mantiene abierto hasta hoy, fiel al espíritu original y conservando elementos arquitectónicos centenarios como las vigas de tea del techo.
Durante sus 125 años de vida, el bar Chucho ha sido mucho más que un lugar donde tomar algo: fue tienda, centro social, casino popular e incluso colegio electoral.
Por ejemplo, aquí se jugaban partidas de pericón, dominó o billar, y los viernes se celebraba la tradicional lotería entre vecinos. Era, y sigue siendo, el punto de encuentro de todo el pueblo.
El restaurante con una medalla de oro, que sólo abre cinco horas al día
Llevar abierto desde el siglo XIX y servir como punto de encuentro de la comunidad, le ha valido recibir la Medalla de Oro de Tenerife. Sin embargo, hay una curiosidad que llama todavía más la atención a los extraños: el horario.
Por increíble que parezca, el bar Chucho-Casa Emiliano sólo abre cinco horas al día. Lo hace desde las 11:30 de la mañana a las 16:30 de la tarde. Tiempo suficiente para que el restaurante ofrezca los mejores almuerzos y vinos. Además, suele cerrar domingos y lunes.
Por todo ello, visitar el bar Chucho-Casa Emiliano no sólo es comer y beber; es tocar con las manos la historia viva de Tenerife.
El bar centenario de Tenerife que jamás ha cerrado sus puertas
Uno de los mayores orgullos de su propietario es poder afirmar que nunca han cerrado el restaurante, ni por vacaciones ni por crisis.
Por ejemplo, la llamada gripe española no lo detuvo, tampoco la pandemia de 2020. De hecho, las restricciones sanitarias supusieron una oportunidad porque se les permitió instalar una terraza exterior que hoy sigue activa y ha atraído a nuevos clientes.
Chucho, el dueño, ya tiene edad de jubilarse, pero es el primero en reconocer que tener abierto el restaurante familiar es un acto de fe, y una demostración de amor a las raíces.