«Debemos usar las Humanidades para transmitir valores en un mundo digitalizado y muy cambiante»
Las Humanidades deben usarse para transmitir valores y ética en un mundo digitalizado y muy cambiante al que universidades y empresas deben adaptarse a veces a marchas aceleradas. Esta es sólo una de las conclusiones a las que se han llegado en el OKDESAYUNO ‘Grados emergentes y carreras del futuro’ organizado por OKDIARIO. Ha quedado patente que las empresas, además de buscar perfiles formados en materias tecnológicas y digitales, también quieren profesionales que tengan pensamiento crítico, analítico y capacidades creativas a la hora de resolver problemas.
En esta mesa de debate, moderada por el periodista Vicente Gil, ha contado con las voces de Rosa Visiedo, rectora de la Universidad CEU San Pablo y Directora de Universidades CEU; Javier Azorín Cuadrillero, responsable de Desarrollo, Talento y Cultura de Iberdrola España, y Carmen Palomino, Directora de Operaciones de la Fundación Universidad Empresa.
Durante las intervenciones, además, se ha profundizado sobre las conocidas como carreras STEM, un acrónimo que tiene su origen en las siglas en inglés de las siguientes palabras: Science, Technology, Engineering y Mathematics. Cuatro ramas del conocimiento que abarcan carreras como la Medicina, Desarrollo de Aplicaciones Web, Nanociencia, Enfermería, Genética, Química, Física, Robótica, Ingeniería Naval, Electrónica, Arquitectura, Matemáticas, Economía, Estadística, entre otras. Estas carreras, además, están dando lugar también a nuevas disciplinas que se esfuerzan por dar respuesta a las demandas de las empresas y la sociedad contemporánea.
«Debemos fomentar la digitalización de los jóvenes para ser más empleables»
Visedo, que ha sido de las primeras en intervenir, cree que «hay una serie de competencias digitales básicas que los alumnos deben tener a lo largo de su carrera. Necesitamos periodistas con tecnologías digitales o abogados que tengan conocimientos de ciberseguridad». Y concluye: «Fomentar su capacidad para ser más empleables».
No obstante, otro de los aspectos que se ha subrayado es que, además de esta digitalización, también hay determinadas áreas que requieren de decisiones humanas. «Lo que aporta el ser humano y no podrá aportar una máquina, esa toma de decisiones con ética en determinadas acciones», explican desde CEU San Pablo.
Palomino, en la misma línea, ha destacado que «necesitamos abogados, por supuesto, pero con competencias digital. Es importante, además, fomentar la parte de filosofía porque es algo que nos ayuda a pensar y a plantear los problemas y retos del futuro. De alguna manera, la programación es el nuevo inglés, así es el futuro, pasa por ahí».
Las Humanidades tienen cabida, por supuesto, «nos nos hemos olvidado de ellas. En CEU San Pablo siempre han formado parte del currículo académico de todas nuestras carreras con créditos de antropología, ética, bioética, etc. Las Humanidades representan lo esencial y permanente frente al cambio constante, tienen ese contenido que ayuda al estudiante a pensar y tener capacidad de poner raciocinio a las cosas, a resolver problemas y transmitir valores en un mundo digitalizado», detalla Visiedo.
«Debemos buscar equilibrio entre materias digitales y humanistas»
Azorín, por su parte, cree que, además de todo lo anteriormente planteado, «también hay que apostar por las carreras STEM porque en España hay déficit de las mismas». Es decir, apunta, «hay que buscar el equilibrio entre materias digitales y humanistas, pero también hay que impulsar la curiosidad y las ganas de seguir aprendiendo de alumnos y profesionales».
En este sentido, Palomino también destaca la necesidad de tener «competencias de liderazgo de equipos para saber comunicar a tu equipo lo que necesitas en un momento dado, no sólo para poder trabajar en un medio de comunicación».
Se ha puesto el acento también en la importancia de estimular a los alumnos desde pequeños en las aulas para que no dejen de lado las matemáticas. «Nosotros en Iberdrola tenemos un programa a través del cual mostramos el sector a los niños de 12 años para que luego elijan una carrera que tenga que ver con tecnología, ingeniería o matemáticas».
Sobre esta última materia explica, además, que «estamos abandonando tanto las matemáticas como el esfuerzo y lo que creo, de verdad, es que debemos reforzar estos dos elementos. Son la clave del aprendizaje y la gente las abandona porque requieren un esfuerzo porque no se muestra con atractivo».
«Debemos entrenar a los estudiantes en el esfuerzo»
También cree Visiedo que, efectivamente, «debemos entrenar a los estudiantes en el esfuerzo. Además, tenemos que tener en cuenta que la universidad no es sólo ir a clase, sino que es también la experiencia completa que se ofrece porque se crece y madura desde el punto de vista personal».
Palomino destaca también que es importante que se fomente la elección de carreras STEM, pero «debemos explicar a los alumnos las diversas materias que hay y que, además, sepan para que sirven después cuando llevan al mercado laboral. Esto genera muchas dudas». Es decir, «se debe hacer una labor de divulgación desde los medios de comunicación para que los jóvenes conozcan todas las posibilidades que hay más allá de las carreras tradicionalmente conocidas».
«Necesitamos profesionales con pensamiento crítico y creativos»
Visiedo, por su parte, pone sobre la mesa la problemática que tienen en materia educativa a la hora de ofertar las carreras STEM. «La demanda de los profesionales STEM por la empresa es alta, pero la capacidad de ofertarlas teniendo en cuenta la demanda por parte de los alumnos supone un tramo importante». En este sentido, no obstante, destaca la importancia «ofertar programas formativos que no son grados en sí mismos, pero que sí que permiten que los profesionales reactualicen sus conocimientos».
También explica Visiedo un asunto que le llamó la atención tras un ranking del Foro Empleo Mundial. «Me sorprendió que había muchas competencias que tenían que ver con las áreas digitales, pero las primeras que se señalaban eran todas relativas a pensar analítica y críticamente, la creatividad, la capacidad de tomar decisiones». Por ello, prosigue, «si tuviera que recomendar algo a los alumnos, les diría que deben aprender a tener pensamiento crítico, las empresas buscan estos perfiles, pero también deben apostar por la formación continua porque el entorno es cambiante».
Azorín, por su parte, está de acuerdo en esta última afirmación. «Es lo que buscamos en nuestra empresa, ese pensamiento crítico en los candidatos que evaluamos, así que no me extraña este ranking porque necesitamos gente curiosa, creativa, crítica».