Zapatero sale escoltado de la sede del PSOE valenciano entre gritos de «¡sinvergüenza!»

El ex presidente se introdujo rápidamente en su coche oficial protegido por sus escoltas y acompañado por Ximo Puig

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Roberto Pérez
  • Roberto Pérez
  • Periodista y licenciado en Ciencias Políticas. Especialista en sector público, economía política y presupuestaria, e instituciones político-administrativas. Trabajó para Agencia Efe y Cope, ejerció durante más de 20 años en ABC -etapa que incluyó el ejercicio temporal de la corresponsalía de Nueva York- y actualmente es subdirector de OKDIARIO.

El ex presidente del Gobierno y ex secretario general del PSOE José Luis Rodríguez Zapatero salió este viernes por la noche de la sede de los socialistas valencianos entre gritos de «¡sinvergüenza!» y «¡fuera de España!». Escoltado por agentes destinados a su seguridad, Zapatero había participado en un acto en la sede valenciana del PSOE.

Un grupo de personas que le esperaron a su salida del edificio le increparon por su apoyo a la amnistía a los golpistas catalanes que ha pactado Pedro Sánchez y por sus posiciones en relación con las alianzas entre el PSOE, los comunistas de Sumar, los etarras de Bildu y los partidos que lideraron el golpe independentista de Cataluña en 2017, Junts y ERC.

Al ver a quienes le esperaban a las puertas de la sede valenciana del PSOE, Zapatero se introdujo rápidamente en su coche oficial de ex presidente del Gobierno, bajo la protección de los escoltas y acompañado por el secretario general de los socialistas de la Comunidad Valenciana, el ex presidente autonómico Ximo Puig.

Nada más salir por la puerta de la sede socialista, uno de los ciudadanos se dirigió a él preguntándole: «Señor Zapatero, ¿está contento destruyendo la democracia?». El ex presidente ignoró la pregunta y se introdujo rápidamente en el vehículo, como muestra el vídeo que acompaña a estas líneas y que circula por las redes sociales.

«¡Qué vergüenza de PSOE!»

Rodríguez Zapatero abandonó el lugar entre gritos de «¡qué vergüenza de Partido Socialista!», «¡Sinvergüenza!» y «¡fuera de España! ¡fuera!», lanzados por ese grupo de ciudadanos, sin que se produjera ningún altercado ni incidente.

El ex presidente Zapatero fue quien marcó un antes y un después en las posiciones del PSOE frente al independentismo catalán y al independentismo radical vasco de la órbita etarra. Fue quien denominó al ex militante de ETA y líder de Bildu, Arnaldo Otegi, como «hombre de paz». Y también quien defendió el Estatut de Cataluña de 2006, que acabó frenado por el Tribunal Constitucional con la sentencia que, en 2010, tumbó varios de sus artículos de más marcado sello soberanista. Zapatero defendió la «identidad nacional» de Cataluña.

El germen del sanchismo

Aquellas posiciones del ex presidente del Gobierno ya fueron contestadas dentro de las filas del PSOE por los sectores más fieles a la tradición constitucionalista del partido. El distanciamiento entre los postulados de Zapatero y los que sostuvo el PSOE de Felipe González fue tan notorio como visible.

Esas tesis del zapaterismo son consideradas el germen de la deriva que ha consumado Pedro Sánchez, que llegó al poder el 1 de junio de 2018 de la mano de los comunistas de Podemos, Bildu y los independentistas catalanes. Aquella alianza fue revalidada tras las elecciones generales de noviembre de 2019 y se mantiene desde entonces. Fruto de esos pactos fueron los indultos a los políticos condenados por encabezar el golpe independentista de Cataluña de 2017, la posterior reforma del Código Penal que ha eliminado el delito de sedición por el que fueron condenados y, ahora, la amnistía que ha pactado para volver a ser investido presidente del Gobierno.

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