Crisis socialista

Ni la señera valenciana une al PSOE de Ximo Puig: sólo sus fieles con cargo mantienen el apoyo

El PSOE valenciano de Ximo Puig continua inmerso en una cada vez más profunda crisis

Ximo Puig mamografías
Ximo Puig, en primer término. Al fondo, el ex consejero de Sanidad Miguel Mínguez.
Ignacio Martínez

El PSOE valenciano de Ximo Puig continua inmerso en una cada vez más profunda crisis, que se ha venido manteniendo soterrada tras la derrota electoral de las autonómicas y municipales a la espera de qué Pedro Sánchez consiguiera formar gobierno. Esto último, aún no se ha producido. Pero los signos evidencian que el problema va a más, cómo se ha demostrado en dos momentos diferentes de este 9 d’Octubre: el Día de la Comunidad Valenciana.

Este lunes, la ministra de Ciencia e Innovación Diana Morant, una de las candidatas a relevar a Ximo Puig, acudió acompañada sólo por la delegada del Gobierno la también socialista Pilar Bernabé al acto institucional del Día de la Comunidad Valenciana, mientras Ximo Puig lo hizo por otro lado acompañado, en su caso, por la portavoz en las Cortes Valencianas que él ha designado Rebeca Torró.

Ese mismo día, sólo horas después, el alcalde socialista de Paterna y senador socialista Juan Antonio Sagredo entró a la catedral de Valencia acompañando a la señera valenciana mientras sus compañeros de partido se quedaban fuera, como Compromís. Motivo por el que unos y otros recibieron una sonora pitada.

Se da la circunstancia de que Sagredo es uno de los pocos alcaldes socialistas valencianos que ha logrado la mayoría absoluta en su municipio, Paterna, al igual que Carlos Fernández Bielsa en Mislata, donde obtuvo el 61.72% de los sufragios emitidos.

En el caso de Juan Antonio Sagredo, él mismo se ha encargado de dar difusión a su presencia en el interior de la Catedral de Valencia en sus propias redes sociales. En concreto, en su perfil de X, el antiguo twitter, ha subido una publicación en la que dice: «Acompañamos a la señera en la Catedral de Valencia, para celebrar el solemne Te Déum».

Otro caso, es el del alcalde de Mislata Carlos Fernández Bielsa, a quien la continuidad de Ximo Puig al frente de la secretaría general de los socialistas valencianos no ha beneficiado en absoluto a la hora de cerrar un acuerdo con Ens Uneix, la formación del ex socialista Jorge Rodríguez, que ha acabado pactando con el PP la presidencia de la Diputación de Valencia. Rodríguez criticó en su día que a Ximo Puig y lo situó como un obstáculo esencial para no pactar con el PSOE.

Los cargos

Pero en líneas generales el creciente malestar en el PSOE valenciano tiene como denominador común las decisiones que Ximo Puig adoptó tras perder el gobierno de la Generalitat Valenciana, el Ayuntamiento de Valencia, el de Castellón y las diputaciones de Valencia y Castellón, además de muchos otros consistorios y la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP).

Puig, que es secretario general del PSOE valenciano, diputado autonómico y también presidente del Grupo Socialista en las Cortes Valencianas decidió que la vicepresidencia segunda de las Cortes Valencianas la ostentara Gabriela Bravo, que se da la circunstancia de que no tiene carnet del PSOE. No está afiliada. 

Además, situó como portavoz y portavoz adjunto, respectivamente, en esa Cámara a Rebeca Torró y Arcadi España, ex consejeros valenciano del que era su Gobierno. Y, finalmente, él mismo se ha postulado como senador territorial por el PSOE valenciano, condición que ya ostenta.

Además, Ximo Puig se ha acogido al estatuto de ex presidentes de la Generalitat Valenciana, donde tiene dos asesores, un conductor y vehículo oficial. Todo ello, en un contexto en que decenas de alcaldes, concejales, altos cargos y asesores se han quedado fuera tras la derrota electoral.

El enfado en las filas socialistas es importante, pero se ha mantenido soterrado para evitar un escenario de conflicto en plenas elecciones generales. Según publicó OKDIARIO, Ximo Puig dejará la secretaría general de los socialistas valencianos una vez Sánchez sea presidente. Y lo hará para ser ministro de ese mismo gobierno.

Esto último, está pendiente sólo del margen de maniobra que tenga Sánchez en ese nuevo gobierno, donde Puig le encaja por su talante federalista y porque no es mal visto por los independentistas.

Se da la circunstancia de que, por ejemplo, organizaciones de sesgo catalanista que forman parte de la Comissió 9 d’Octubre, que este lunes organizó la manifestación independentista en Valencia, han sido generosamente subvencionadas por los gobiernos de Ximo Puig estos ocho últimos años, como Acció Cultural del País Valenciá, Escola Valenciana o Plataforma per la Llengua.

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