Díaz pasa de Podemos: rechaza las presiones de Belarra para que participe en la campaña andaluza
Tras el fracaso de las elecciones en Castilla y León, en las que Podemos sólo logró un procurador, la formación morada exige a Yolanda Díaz «con fuertes presiones» que se implique directamente en la campaña de las andaluzas. La carrera hacia las urnas empezará a finales de la semana que viene. La secretaria general de la organización podemita, Ione Belarra, le ha trasladado a la vicepresidenta segunda «le necesidad de que esté presente, casi a diario, en Andalucía». Pero ella lo rechaza. Díaz «está centrada en sus responsabilidades en el Gobierno» y en el proceso de escucha a la ciudadanía que está ultimando para empezar a recorrer España tras los comicios, según fuentes cercanas a la ministra.
Aunque en la coalición Por Andalucía están presentes Podemos, Izquierda Unidas, Más País e Izquierda Andalucista, no la plataforma Sumar+ que impulsa Yolanda Díaz, la líder de Unidas Podemos sí se ha implicado en la configuración de la candidatura -copada mayoritariamente por cargos morados-. De hecho, ella, fue la que impuso el nombre da candidata a la presidencia de la Junta, Inmaculada Nieto, a la que ya arropó hace unos días durante una visita en la Feria de Abril acompañada del ministro de Consumo y secretaria general de Izquierda Unida, Alberto Garzón. Yolanda Díaz y Garzón, últimamente, hacen tándem frente al que configuran Belarra e Irene Montero. Cada uno defiende sus intereses.
Así pues, según fuentes próximas a la ministra de Trabajo, durante las próximas semanas la «escasa participación» de Yolanda Díaz en la campaña andaluza se centrará en acompañar a la presidenciable Nieto. Algo que no ocurrió en Castilla y León. Entonces Yolanda Díaz acudió un solo día a Castronuño, un pueblo gobernado por Izquierda Unida, en el que se dio un baño de masas. Le recibió el candidato de Podemos, Pablo Fernández, pero ningún otro dirigente de Podemos. De hecho, la vicepresidenta evitó acudir al cierre de campaña, en un acto que los morados organizaron por todo lo alto en Valladolid, con Fernández como protagonista, para no coincidir con los principales responsables de la formación morada.
Como entonces, en el entorno de Díaz dicen que «se están cuadrando agendas». Es su excusa para evitar comprometerse a una participación activa en la campaña. La vicepresidenta, que rechazó implicarse directamente en la candidatura a través de su nueva plataforma, no quiere que un mal resultado de la coalición Por Andalucía pueda afectar a la creación de su proyecto electoral de cara a las elecciones generales del año pasado. La intención de la ministra de Trabajo, tras el 19 de junio, es empezarse a reunirse con actores sociales, económicos, empresariales y civiles para «armar una candidatura fuerte» que aglutine a votantes de izquierdas y de centro.