Villarejo acusa al CNI de utilizar a la Guardia Civil contra Zaplana: «No se fiaban de la Policía»
El comisario jubilado José Manuel Villarejo ha vuelto a poner en cuestión este miércoles en el Congreso el origen de la investigación del conocido como caso Erial que afecta al ex ministro Eduardo Zaplana. Si en octubre de 2021 Villarejo afirmó que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) había utilizado a un confidente sirio [Al Naddaf Yaloud Imad] para «destruir» a Zaplana, casi dos años después ha acusado al Servicio de Inteligencia de usar a la Guardia Civil en operaciones «delicadas» como éstas porque «no se fiaba de la Policía».
A pregunta del diputado del PP Luis Santamaría, Villarejo ha vuelto a señalar al CNI de estar detrás de la operación contra Zaplana -«para las operaciones delicadas, el CNI nunca se ha fiado de la Policía, siempre ha utilizado a la Guardia Civil», afirmó- y ha dicho que las «instrucciones» oportunas al coronel de la Guardia Civil Manuel Sánchez Corbí, entonces jefe de la Unidad Central Operativa (UCO), las recibía por parte del coronel Francisco Almansa y «eso ha quedado acreditado en conversaciones que el señor Corbí ha mantenido conmigo», recordó Villarejo.
«Es la que se refiere a la intervención de la Guardia Civil por mandato del CNI. Y está el señor Corbí y el señor Almansa […] Es decir, nunca se fio para operaciones delicada el CNI de la Policía. O lo han hecho personalmente o lo han hecho a través de, digamos, de la Guardia Civil como brazo ejecutor de la operación. Y le pongo, por ejemplo, el tema de la operación contra el señor Zaplana que también se hizo por el mismo procedimiento», explicó Villarejo en sede parlamentaria.
Como han probado las investigaciones del periodista Manuel Cerdán publicadas por OKDIARIO, no existe ningún dato, acusación, testimonio o denuncia que justificaran el ingreso en prisión en Zaplana y, mucho menos, su permanencia en la cárcel durante casi un año. En octubre de 2021, Villarejo declaró que «existía un interés, no sé por qué, de destruir al señor Eduardo Zaplana, para lo que se utilizó a un informador, a un confidente sirio del CNI [Al Naddaf Yaloud Imad] para ver las fórmulas…».
La investigación del sumario puede concluir que ni existían pruebas ni la juez las amplió mientras el ex ministro del Gobierno de José María Aznar arriesgaba su vida entre rejas por su cáncer de leucemia. Basta con repasar la cronología de las diligencias sumariales para comprender que la juez y el fiscal carecían de documentación para mandar y mantener en la cárcel a Zaplana, Grau y Barceló, independientemente de que pudieran seguir instruyendo la causa Erial.
Operación Cataluña
Villarejo volvió a ratificarse en su denuncia de que la Operación Cataluña la dirigió el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y fue ideada desde las «entrañas» de Presidencia del Gobierno en la etapa de Mariano Rajoy (PP).
Según Villarejo, las «directrices fundamentales» las daba directamente el CNI, entonces liderado por el general Félix Sanz Roldán. «Ni el CNI ni la Guardia Civil aparecen en esta causa. En mi caso no hay ningún chocho volador, ninguna ‘coca’, ningunos generales que se llevan el dinero y, sin embargo, estoy aquí, que me piden 1.200 años, imagínese lo absurdo», ha lamentado, en alusión al caso Mediador que afecta al ex diputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo, alias Tito Berni.
Así lo ha explicado en la comparecencia que ha abierto la comisión de investigación sobre la trama supuestamente parapolicial que Villarejo ha relacionado con una labor de «inteligencia» para frenar el desafío independentista en Cataluña, negando que el objetivo fuera fabricar pruebas falsas contra políticos soberanistas.
«Eliminar gente molesta»
Villarejo ha vuelto a sugerir que los Servicios de Inteligencia cuentan con una unidad dedicada a «eliminar físicamente» a personas que considera «incómodas» o que tienen información que es mejor ocultar.
El portavoz de Bildu, Jon Iñarritu, le ha pedido que pusiera algún ejemplo y Villarejo ha mencionado a personas que «han muerto de una manera muy sorprendente» como el que fuera fiscal general del Estado José Manuel de la Maza, fallecido en 2017 en Buenos Aires, o el «señor Jambrina» (por el coronel Emilio Jambrina, mano derecha del general Emilio Alonso Manglano en el CESID), que estaba «enfermo» (murió de coronavirus) tras haber manifestado su deseo de «hablar».
También se ha referido a sí mismo, incidiendo en que intentaron matarle en 2018 estando en la cárcel. «Yo casi estiro la pata porque tenía información molesta», ha indicado, felicitándose de que «calcularon mal la dosis» y luego alegaron que había sido una reacción alérgica a un medicamento.
Villarejo ha insinuando que fue idea del Gobierno del PP pero fallaron algo que, cree, no le habría pasado al PSOE que considera un partido «mucho más serio». «Cuando los resortes del Estado deciden eliminarte, poco se puede hacer. He sido más observador que protagonista», le ha soltado en otro momento a Gabriel Rufián.
La diputada de la CUP, Mireia Vehí, le ha preguntado directamente si el «Estado mata por encargo» y él le ha respondido que los servicios de inteligencia de todos los países «si entienden que hay que tomar decisiones drásticas, actúan» y si consideran que «la mejor solución a una crisis es la eliminación física, lo ejecutan».