Torrent suspende la investidura por un pleno para jalear a los golpistas encarcelados
La mayoría independentista en la mesa del parlamento catalán ha vuelto a forzar el reglamento este sábado para transformar la segunda sesión del debate de investidura (imposible sin la presencia de Jordi Turull tras su encarcelamiento por el juez Llarena) en un debate ordinario para desahogo del separatismo.
Tanto el presidente de la Cámara, Roger Torrent, como el resto de los portavoces del separatismo, han podido esgrimir coartadas contra la democracia española para esconder el proceso de ilegalidades que han desarrollado desde 2012, como con todo detalle recoge el auto de procesamiento de los líderes del independentismo que ha terminado conduciéndoles a prisión.
Torrent conocía el riesgo penal en el que incurría si mantenía la votación en segunda vuelta de Turull, después de que el Tribunal Constitucional estableciera que no es posible ninguna investidura sin la presencia del candidato. Pero el presidente de la institución que representa a todos los catalanes no ha querido dejar de pasar la oportunidad para pronunciar un alegato contra la salud democrática del Estado español.
Elegido en las listas de ERC, Torrent ha asegurado que España está inmersa en un estado de «excepcionalidad» por el hecho de que un magistrado del Tribunal Supremo haya procesado a la cúpula dirigente del proceso independentista y ha asegurado que «Turull tenía que estar hoy aquí».
Torrent ha denunciado las «injerencias externas» de los «poderes del Estado», que «están impidiendo que la voluntad de la ciudadanía» expresada en las urnas el pasado 21 de diciembre se traduzca en la elección del nuevo presidente de la Generalitat.
Después, ha abierto un turno de intervenciones de 15 minutos para que los grupos parlamentarios tomaran la palabra. «Si actuásemos como si nada hubiese pasado estaríamos justificando una situación de injusticia y represión», ha justificado Torrent para retorcer el reglamento.
Inés Arrimadas, portavoz de Ciudadanos, ha acusado a Torrent de despreciar a la mitad de los catalanes por ofrecer un mitin desde su sillón institucional. Los diputados del PP, encabezados por Xavi García Albiol, han abandonado el hemiciclo.
Pero Torrent ha conseguido su objetivo: adulterar el pleno de investidura para transformarlo en un homenaje a los presos de la causa separatista. El aplauso de gran parte de la cámara a los familiares de presentes en la tribuna ha sido el colofón de la performance.