Sémper: «Hoy siguen existiendo espacios de odio, no todos tenemos la misma libertad en Euskadi»
El cese de las acciones terroristas implica el final de ETA. Rotundamente no. La banda terrorista decidió dejar de matar en octubre de 2011 pero eso no ha significado, ni mucho menos, el fin del terrorismo etarra. Los terroristas no han entregado las armas, tampoco han pedido perdón a las víctimas ni ha colaborado con la Justicia.
El presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Alfonso Sánchez, asegura que «no hay un fin de ETA» como así lo demuestran las últimas operaciones de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. «Que nadie se cuelgue la medallita, porque ETA no se ha terminado», asegura.
Para la periodista Isabel San Sebastián, hablar del fin de ETA implica lograr unos objetivos que todavía no se han cumplido. «Esclarecimiento de todos sus atentados, cumplimientos íntegro de las penas, encarcelamiento de todos los terroristas, justicia para las víctimas y desaparición de Bildu de las instituciones», asegura San Sebastián que hasta que no se dieran estas condiciones no se puede hablar del fin de ETA.
Iván Espinosa de los Monteros, portavoz de Vox, asegura que lo que tiene que cambiar es el «relato» de lo que ha acontecido en este país durante décadas. «Tiene que haber un relato de buenos y malos» porque no caben segundas interpretaciones, «el Estado de derecho estuvo durante 45 años bajo la amenaza del terrorismo». Espinosa de los Monteros recuerda que cuando Ortega Lara fue recibido en Vitoria al grito de «¡fascista!» cuando iba a participar en un acto de Vox, «eso todavía está pasando en el País Vasco», apostilla.
Borja Sémper, portavoz del PP en el Parlamento Vasco, cree que la batalla hoy en día «no es contra las pistolas, que también» sino por el relato veraz de lo que ha sucedido en este país. «Unos mataron y otros fueron asesinados, unos amenazaban y otros éramos los amenazados y sólo sobre un relato veraz construiremos un futuro inmunizado contra la violencia», asegura Sémper. «Hoy siguen existiendo espacios de odio, no todos tenemos la misma libertad en Euskadi» porque todavía hay gente que está dispuesta «a insultarnos, a amenazarnos y a decir que lo que hizo ETA estuvo bien y que no les pase nada».