Los empresarios del ocio nocturno quieren reabrir sus negocios. Este jueves se han manifestado en Salou, Tarragona, para reclamar a las administraciones poder trabajar de nuevo. En uno de los municipios turísticos españoles que recibe a más visitantes en búsqueda de fiesta, los empresarios, han defendido que son un sector seguro.
El secretario general de la patronal FECASARM, Joaquim Boadas de Quintana, pide que se les permita continuar realizando pruebas piloto como las que se hicieron en la sala Apolo de Barcelona o el Palau Sant Jordi. Estas, a iniciativa de los empresarios, arrojaron datos esperanzadores que ahora utilizan desde el sector para reclamar su vuelta a la normalidad.
Boadas de Quintana, que aplaude la gestión de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, permitiendo a las empresas hosteleras y del ocio ir recuperando su actividad, alerta de un cambio de tendencia entre los ciudadanos por culpa de la pandemia. Asegura que cada vez hay más fiestas ilegales sin ningún tipo de medida de seguridad y que, esto, cuando pasen las restricciones, será difícil de revertir.
El portavoz de los empresarios dice que la reapertura de los locales nocturnos legalizados ayudaría a acabar con este tipo de eventos en pisos y locales alquilados. Creen que ellos podrían ser “el muro de contención” a este tipo de fiestas que se celebran por centenares a diario por todo el país. Denuncia Boadas de Quintana que con sus decisiones la administración “las está fomentando”.
Desde el sector avisan que ya no pueden más y que “la situación es insostenible”. Miles de familias viven de la noche y los trece meses de cierre les ha dejado sin ningún tipo de ingreso ni ahorros. La voluntad de la mayoría es seguir adelante con sus negocios, pero temen que muchos tendrán que acabar cerrando sus puertas.