Sánchez ya veranea en su palacio ‘real’ de vacaciones regalo de Hussein de Jordania a Juan Carlos I
Convenientemente blindado ya para garantizar la seguridad y, sobre todo, ponerlo a salvo de las miradas ajenas, el palacio ‘real’ de La Mareta en Lanzarote ya aloja a la familia Sánchez-Gómez, dispuesta a disfrutar de unos días de vacaciones.
El presidente del Gobierno ha llegado al mediodía a la isla para alojarse en la espectacular finca que el rey Hussein de Jordania regaló en su día a Juan Carlos I.
Pese a los preocupantes datos sobre la evolución de la pandemia, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no modificará por ahora su hoja de ruta. Su inmovilismo en la gestión de los brotes, derivando la responsabilidad a las comunidades autónomas, está siendo cuestionada. En plena segunda oleada de contagios, el presidente socialista piensa tomarse además unas vacaciones de tres semanas, con destino en los palacios de La Mareta (Lanzarote) y Doñana.
Sánchez se aloja en la residencia oficial de La Mareta, donde ya estuvo en la Navidad de 2018, y ha llegado a su lugar de descanso hacia las 13:00 hora insular.
El presidente del Gobierno tiene previsto permanecer en Lanzarote hasta el 11 de agosto, informó hace unos días el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana.
La residencia La Mareta esta situada en la costa turística del municipio de Teguise, y en 2015 se puso al servicio de los intereses turísticos de España por deseo del rey Felipe VI.
Mandada construir por el rey Hussein de Jordania a finales de los años setenta, el monarca hachemita nunca se hospedó en La Mareta, a pesar de sus frecuentes estancias en Lanzarote, y fue uno de sus hijos el único miembro de la familia real jordana que utilizó la residencia para disfrutar de su luna de miel.
En 1989, el rey jordano cedió la residencia al rey Juan Carlos I y las instalaciones pasaron a formar parte entonces de Patrimonio Nacional.
Esta será la primera parada de la desconexión estival de Pedro Sánchez. Patrimonio Nacional ya ha acondicionado la residencia de La Mareta para recibir a la familia del presidente: se ha instalado un muro de paneles opacos para proteger una de las piscinas de miradas incómodas desde la calle. Era el punto más sensible de la finca, ahora impenetrable para los curiosos.
Intimidad total. Ningún mirón, y mucho menos un fotógrafo, conseguirá la imagen de Sánchez zambulléndose en la piscina de La Mareta mientras los casos de coronavirus continúan disparándose por toda España. El presidente del Gobierno acudirá a Lanzarote en plena oleada de rebrotes, con un índice de contagios muy similar al que se registraba en los primeros días tras la declaración del estado de alarma.