Congreso del PSOE

Sánchez promueve a Hana Jalloul en una Ejecutiva de perfil bajo para que nadie le haga sombra

Hana Jalloul PSOE
Pedro Sánchez y Hana Jalloul.
Joan Guirado

Hana Jalloul y Lina Gálvez jugarán un papel importante en la nueva Ejecutiva Federal del PSOE que saldrá elegida del Congreso que el partido celebrará este fin de semana en Valencia. La jefa de filas del grupo socialista en la Asamblea de Madrid y la eurodiputada son dos de los nombres que más cotizan en Ferraz. Pedro Sánchez quiere contar con ellas otorgándoles ciertas responsabilidades en una ejecutiva que no tendrá demasiada representación de los temidos barones territoriales.

Estos dos nombres, prácticamente desconocidos para la mayoría, forman parte del elenco de «savia nueva» que Sánchez quiere tener en su entorno los próximos años. Perfiles bajos, no muy mediáticos, que no le hagan sombra a un líder que pretende continuar brillando en soledad muchos años más. Por eso también la presencia de barones, que en un principio no iban a estar representados, ya que así lo marcan los estatutos, será limitada. Guillermo Fernández Vara, que se encargará de una nueva área de política autonómica, y Juan Espadas, al frente del comité de política federal, podrían ser los únicos.

El presidente todavía no tiene cerrada ni la estructura ni el organigrama. Tampoco todos los nombres que le acompañarán los próximos cuatro años. La voluntad del reelegido secretario general por aclamación es repartir un poco más el poder orgánico para que todo dependa en última instancia de él. De ahí que lo más probable es que se creen nuevas vicesecretarías, una de las cuales podría ocuparla Jalloul.

Aunque su cargo ha estado en el aire durante meses, Adriana Lastra sí seguirá al final como número dos del PSOE tras ser apartada como portavoz del grupo parlamentario. Santos Cerdán, que sustituyó en verano al dimitido José Luis Ábalos como secretario de Organización, se mantendrá en esa responsabilidad, según fuentes socialistas. Cristina Narbona seguirá como presidenta, en lugar de Carmen Calvo, pese a que Sánchez le prometió el cargo, y Javier Izquierdo y Alfonso Rodríguez Gómez de Celis mantendrán su silla. También entrará la dos del gabinete monclovita Llanos Castellanos.

Los que ya saben seguro que no volverán a formar parte del equipo de Sánchez son el que fuera responsable del área económica, Manuel Escudero, el alto comisionado de la España Nación Emprendedora, Francisco Polo, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, o la alcaldesa de Hospitalet, Núria Marín. Tampoco formará parte de la nueva dirección uno de los más leales al presidente, el que fuera número dos de Iván Redondo, y su valedor en Andalucía frente a Susana Díaz en las primarias de 2017, Paco Salazar. El presidente plantea reducir a la mitad el número de dirigentes con una purga importante de sus colaboradores leales.

Si bien en un principio el líder del PSOE se planteaba dar cabida a los nuevos ministros, en las últimas horas esa opción se ha ido desvaneciendo para que se centren en sus áreas de gobierno en un momento de recuperación. Su mano derecha, Félix Bolaños, se da por descontado que sí tendrá su despacho en Ferraz. Mientras, valores al alza como la portavoz Isabel Rodríguez, la catalana Raquel Sánchez, la valenciana Diana Morant o el titular de Exteriores, José Manuel Albares, podrían quedar fuera.

Nombres desconocidos

Fuentes cercanas al presidente apuntan a OKDIARIO que habrá sorpresas entre los nombres de los nuevos integrantes de la ejecutiva. Se trata de «nombres desconocidos» para la opinión pública sin una mochila que se les pueda sacar algún día. Gente que no pueda provocar quebraderos de cabeza al líder. Aunque su bagaje sea más bien escaso y, por ende, su aportación al proyecto discutible. En el entorno de Sánchez destacan que «hay que dar una imagen de renovación para competir en la izquierda, con caras nuevas que representen una nueva etapa». Una estrategia similar a la que utilizó en julio con la crisis de gobierno.

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