Sánchez no tarda ni 20 minutos en coger el Falcon para irse a La Mareta tras llegar de Roma

Pedro Sánchez ya se encuentra disfrutando de sus vacaciones de Semana Santa en la Residencia Real de La Mareta, en Lanzarote, un lugar habitual para el relax del presidente del Gobierno y su familia. El jefe del Ejecutivo se ha trasladado hasta esta residencia tras llegar de Roma, donde este miércoles ha mantenido un encuentro con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. El líder socialista demuestra así, una vez más, su gusto por las aeronaves. Sánchez no ha tardado ni 20 minutos en despegar en el Falcon tras regresar en Airbus desde Italia.

En esta ocasión, el presidente ni ha pasado por La Moncloa, sino que ha optado por perder el menor tiempo posible viajando directamente a Canarias desde la Base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), donde le aguardaba el avión presidencial.

Como publicó OKDIARIO, Sánchez quiere aprovechar la Semana Santa para descansar en el complejo de La Mareta, un relax del que no puede didfrutar muchos españoles que pasan por dificultades económicas. Un año más, el socialista se ha decantado por el archipiélago canario, en esta ocasión, en pleno escándalo por la trama del Tito Berni, que sacude al PSOE en esta región.

La Mareta

La Residencia Real de La Mareta es un palacio ubicado en la costa lanzaroteña que cuenta con más de 30.000 metros cuadrados. Esta finca tiene acceso directo al mar y está integrada por diez bungalows, de una y dos plantas de altura, el principal, con dos dormitorios, piscina y distintas terrazas.

A esto hay que sumar un gimnasio, otras dos piscinas, una pista de tenis, una cancha de baloncesto y una zona extensa ajardinada de 10.000 metros cuadrados. El edificio se asemeja a la arquitectura tradicional de las islas, de estilo colonial, con paredes blancas y numerosos balcones. Los que han tenido el privilegio de visitar estas instalaciones relatan los espectaculares atardeceres que se pueden contemplar desde la terraza. El interior está decorado con tonalidades claras y las estancias cuentan con grandes ventanales que iluminan todo el palacete.

La Residencia Real de La Mareta fue utilizada durante varios años por la Familia Real tras recibirla como regalo del rey Husein de Jordania, hasta que se entregó a Patrimonio Nacional bajo el reinado de Felipe VI. Desde entonces la usan especialmente los jefes del Ejecutivo para disfrutar de sus vacaciones en familia, pues el complejo les garantiza una gran privacidad, ya que incluso dispone de una playa privada.