Sánchez dice que «no hay líneas rojas» y Díaz le recuerda que no puede aceptar votos independentistas
Sánchez ha comenzado su intervención arremetiendo duramente contra Mariano Rajoy de quien aseguró que: «Mintió de nuevo a los españoles porque conocía los datos del déficit público». Del mismo modo el secretario general de los socialistas ha vuelto a poner sobre la mesa «la política de recortes que los populares han llevado a cabo en la pasada legislatura».
En cuanto a las reuniones que los equipos negociadores del PSOE, C´s y Podemos iniciarán la próxima semana, previsiblemente el jueves, Pedro Sánchez ha asegurado: «Los socialistas vamos sin líneas rojas». Y ha añadido: «Estamos dispuestos a ceder y vamos a pedir a las fuerzas del cambio que se sumen».
Mientras, la lideresa andaluza Susana Díaz ha dejado claro que el límite es la resolución que salió del 28 de diciembre del Comité Federal en Granada. En este sentido, ha indicado que su posición es “la que nos une a todos los socialistas”, y que quedó clara el 28 de diciembre en el documento que salió del Comité Federal en Granada y la consulta que aprobaron las bases socialistas en el acuerdo con Ciudadanos. “Yo me siento cómoda con el gobierno que quepa en la resolución del 28 de diciembre y en el acuerdo que se sometió a la consulta de los militantes”, ha sostenido.
Sánchez ha calificado de «histórico» el acuerdo alcanzado con la formación de Albert Rivera, y ha anunciado nuevas consultas ante el máximo órgano entre congresos de su formación y entre las bases si hubiera «cambios sustanciales» en el acuerdo refrendado con Ciudadanos.
Díaz llama a la unidad
Según fuentes socialistas, Díaz, en la reunión a puerta cerrada, ha llamado a la unidad del partido y a que Sánchez cuente con los líderes territoriales que, como ella, pueden ayudarle a sumar y a ganar si hay nuevas elecciones, y a que el PSOE «vuelva a ser el PSOE». La lideresa ha recordado que, cuando ella sustituyó a Juan Antonio Griñán al frente del PSOE-A, la federación andaluza estaba muy dividida, pero que consiguió unir a los diversos sectores pidiendo la colaboración de los secretarios provinciales.
«Cuando me sometí a primarias en Andalucía, lo primero que hice fue pedirle a mi compañero Reyes que me ayudara si queríamos que el PSOE volviese a ser el PSOE que ganara elecciones con ese proyecto que la gente pensara que era suyo. El PSOE estaba un poquito mal. Hoy es mi compañero y amigo y hoy el partido está unido», ha sostenido durante la reunión.
«En momentos difíciles ha habido ocho hombres y mujeres que me han ayudado a que los socialistas andaluces no perdiéramos la autoestima y son los ocho secretarios generales», ha dicho. Además ha señalado que «ser diferente te obliga a sumar y a ganar no poniendo en evidencia lo peor del adversario», por lo que espera que eso sea extrapolable al resto de la organización.
Díaz, señalan las mismas fuentes, ha manifestado lo que sentía ha reconocido que los socialistas podrían encontrar puntos de entendimiento con el Podemos que apoya un Gobierno de izquierdas en Valencia, pero no con el que defiende el soberanismo en Cataluña y en Euskadi, ni con el que «se lía a puñetazos con un concejal socialista y habla de Miguel Hernández».
«La hora decisiva: No hay margen de error»
Por su parte, Sánchez ha pedido a Podemos y Ciudadanos «unidad» y desechar líneas rojas para poder formar un gobierno «no partidista y plural» que logre evitar nuevas elecciones generales el 26J. En este sentido, el socialista ha advertido de que en esta hora decisiva ya no queda margen para el error.
«El cambio, por difícil, por complejo, es posible. Nos quedan tres semanas y espero y deseo que España no se vea abocada a repetir elecciones y que dentro de poco tengamos un gobierno del cambio», ha indicado.
Sánchez ve un punto de inflexión
Pedro Sánchez ha dicho que se ha producido un «punto de inflexión» en el diálogo entre las tres formaciones del cambio (PSOE, Podemos e Ciudadanos) de cara a un pacto de investidura y ha apostado por «enriquecer» el pacto al que llegó con el partido naranja, esta parte considera que es la «más sencilla» y está dispuesto a abordar cambios en materia de fiscalidad, emergencia social y reforma laboral. El secretario general del PSOE se ha manifestado así en su réplica a los miembros del Comité Federal y ha insistido en que, pese a las dificultades y los problemas en los otros dos partidos, está dispuesto a formar un gobierno a tres, según informan fuentes socialistas.
Por otro lado, durante la reunión del Comité Federal se ha aprobado por aclamación aplazar la celebración del 39 Congreso Federal, donde se tiene que elegir al secretario general, hasta que haya un nuevo gobierno. Todos los barones finalmente han respaldado la propuesta de Sánchez de posponer el congreso, que estaba previsto para mayo, por la incertidumbre que rodea el proceso de investidura y para no entorpecer las negociaciones.
Al menos por el momento, Sánchez ha logrado su objetivo de aplazar la asamblea en una maniobra del líder socialista que buscaba que a Susana Díaz no le diera tiempo a presentarse y dejarle fuera de la carrera para convertirse en la nueva lideresa de la formación y candidata a la Presidencia del Gobierno en caso de que sean convocadas unas nuevas elecciones para el 26J.