Sánchez mintió en su carta a Rivera: el PSOE no se abstuvo para evitar un alcalde de Bildu en Pamplona
Pedro Sánchez no dijo la verdad en la carta que ayer envió a Albert Rivera para justificar que cumplía las condiciones que el líder de Ciudadanos le exigía para facilitar su investidura. No es verdad que los socialistas se abstuvieran para permitir que Pamplona tuviera un alcalde constitucionalista en lugar de reelegir al de Bildu. Los cinco concejales del PSN-PSOE votaron a su candidato. Enrique Maya (Navarra Suma) fue elegido gracias a los 13 ediles que la coalición de UPN-PP-Cs logró en las urnas.
Dos folios escribió el presidente del Gobierno a su «estimado Albert» para intentar convencerle de que el PSOE y el Gobierno que preside, aunque en funciones, no tiene ningún pacto con Bildu en Navarra, no piensa flojear en la aplicación de la ley frente al separatismo en Cataluña y no tiene entre sus objetivos fiscales castigar a las familias y los autónomos.
Como prueba del algodón de que “no existe pacto alguno” con Bildu en Navarra, Sánchez afirma que «el PSOE facilitó con su abstención el desplazamiento de la capital navarra, Pamplona, de un ejecutivo presidido por Bildu y en favor de una coalición en la que estaba integrado Cs».
La afirmación del líder del PSOE es falsa. Enrique Maya fue elegido alcalde de Pamplona gracias a los 13 concejales que Navarra Suma alcanzó en las elecciones municipales del 26 de mayo, donde sumó el 40,5 % de los votos. Los cinco concejales socialistas votaron a su candidata, Maite Esporrín.
Pedro Sánchez se jacta en su carta de la abstención que nunca existió: «Lo hizo el PSOE sin contrapartida alguna. O, mejor dicho, lo hizo simplemente como plasmación de nuestro riguroso compromiso con la Constitución».
Es cierto que la alternativa a un alcalde de Navarra Suma sólo era posible mediante la alianza de los cinco ediles socialistas con Bildu (7 concejales) y Geroa Bai (2). Pero la realidad es que los socialistas nos se abstuvieron para evitar que el alcalde de Bildu renovara en el cargo, sino que votaron a su propio candidato y la coalición constitucionalista pudo investir al suyo gracias a haber sido la lista más votada, no a la generosidad «sin contrapartida alguna» de la que presume Sánchez en su carta a Rivera.
Chivite y Bildu
Semanas después, la socialista María Chivite fue investida presidenta de la Comunidad Foral de Navarra con los votos de los nacionalistas de Geroa Bai, de la ultraizquierda de Podemos y Ezquerra… y con la abstención de Bildu. O lo que es lo mismo, con los votos y la abstención decisiva de los miembros del Gobierno que venía gestionado Navarra desde 2011, a los que Chivite acusaba de «aplicar la vieja agenda del nacionalismo vasco».
De ahí que, aunque Sánchez expresara a Rivera en su carta que «no existe motivo alguno de inquietud respecto a la salvaguarda de la Constitución» en Navarra, el líder de Ciudadanos despachó la misiva con un rotundo «es una tomadura de pelo a todos los españoles».