Sánchez acepta también derogar la reforma laboral del PP como le exige Podemos
Sánchez también cederá ante Podemos en la reforma laboral. Yolanda Díaz alardeó recientemente y ante el Partido Comunista de que ella garantizaría la voladura de la reforma laboral del PP. Y así será. El Gobierno de Pedro Sánchez no quiere abordar ahora esta reforma y pretende sacar su negociación del ámbito de los Presupuestos Generales del Estado para 2022.
Pero lo cierto es que Sánchez se ha comprometido ya a cumplir al pie de la letra toda una serie de exigencias que suponen de facto la anulación de la reforma que exigió la UE y permitió crear dos millones de puestos de trabajo.
Pedro Sánchez acaba de aceptar la reforma del alquiler exigida por Podemos. La subida del SMI pedida por Podemos. La inutilización del coeficiente de sostenibilidad de las pensiones que le pedía Podemos. Hasta los indultos pedidos por ERC. Y ahora llega la cesión ante la reforma laboral.
El ataque de sindicatos y Podemos a la reforma laboral del PP ha sido escuchado por Sánchez.
Compromiso con EH Bildu
El presidente, que ya se comprometió ante EH Bildu a eliminar esta reforma, ha aceptado volar el instrumento de flexibilidad que permitió la mayor reactivación del empleo de los últimos tiempos. La aprobación de la reforma laboral del PP se consagró en marzo de 2012. Y hasta la salida por moción de censura del Ejecutivo de Mariano Rajoy en mayo de 2018, el saldo de creación de empleo en España fue de 1.947.184 empleos. Todo ello, teniendo como enemigo la devastación laboral provocada por la crisis de 2008.
Los acuerdos entre Sánchez y Podemos incluyen la derogación de la reforma laboral y lo que denominan como la recuperación de “los derechos laborales arrebatados por la reforma laboral de 2012”.
En el Gobierno no niegan que se hará instando el diálogo social. Pero tampoco niegan toda una serie de pactos que, de facto, suponen la eliminación de la esencia de la reforma laboral. Por ello, se ha pactado ya la recuperación plena de la fuerza de los convenios colectivos. La “derogación de la posibilidad de despido por absentismo causado por bajas por enfermedad; la erradicación de las limitaciones al ámbito temporal del convenio colectivo, garantizando su ultraactividad -que llegue más allá de los plazos y previsiones contenidas en el mismo, tras la finalización de su vigencia y hasta la negociación de uno nuevo-.
Este último punto, de hecho, fue uno de los grandes avances de la reforma laboral del PP, al impedir la capacidad de bloqueo de los sindicatos en la negociación de convenios. Sánchez también ha aceptado eliminar la prioridad de los convenios de empresa sobre los convenios sectoriales, con lo que los sindicatos recuperan toda su fuerza.
Cambios en la contratación y subcontratación
Por si fuera poco, la reforma pretende extenderse hasta reformar el art. 42.1 del Estatuto de los Trabajadores sobre contratación y subcontratación laboral a efectos de limitar la subcontratación a servicios especializados ajenos a la actividad principal de la empresa. Además, Sánchez y Podemos han aceptado limitar la capacidad de modificación unilateral de las condiciones del contrato por parte de la empresa y la revisión del mecanismo de inaplicación de los convenios colectivos en momentos de crisis que permite aún hoy en día el descuelgue de las subidas salariales pactadas.
Además, la reforma incluirá el reforzamiento del “principio de causalidad en la contratación temporal”, es decir, que se restringirán las causas que permiten el uso de los contratos temporales. Y se elevarán las sanciones aplicables al uso fraudulento de los contratos temporales, de forma que la contratación indefinida sea la forma ordinaria de acceso al empleo.