Crisis del coronavirus

Robles se impone a Illa: vacunará a los militares sin esperar a que acaben ancianos y sanitarios

Robles militares
La ministra de Defensa, Margarita Robles, durante el acto oficial de reconocimiento a los militares por su labor durante la crisis del coronavirus.
Pelayo Barro

A estas alturas pocos argumentos pueden sostenerse para defender que los militares no son personal esencial. Eso es lo que ha argumentado el Ministerio de Defensa para comenzar a diseñar y poner en marcha la campaña de vacunación de los profesionales de las Fuerzas Armadas, que empezarán a ser inmunizados contra el virus antes de que termine el mes de enero. La ministra de Defensa, Margarita Robles, impone así su criterio al del Ministerio de Sanidad, que contemplaba comenzar a vacunar a los militares en la fase 2 de la campaña. Una segunda etapa que deberá comenzar en marzo y para la que ni siquiera se ha aprobado un documento técnico con plazos o grupos a inmunizar.

Según ha podido saber OKDIARIO de fuentes militares de toda solvencia, las Fuerzas Armadas se preparan ya para iniciar la campaña de vacunación de forma «inminente». Las inoculaciones de las primeras dosis se han iniciado de forma excepcional en unos 250 militares de la Armada, destinados en el buque ‘Castilla’ y el cazaminas ‘Tajo’, que tienen previsto desplegarse próximamente en Somalia y en el Mediterráneo en misión internacional. Dado que su servicio se alargará durante meses -en los que no volverán a España-, se les ha puesto la vacuna sin tener que esperar a la ‘fase 2’ de la campaña de vacunación. Pero no serán los únicos, ya que en próximas semanas serán sometidos a las dos dosis de inmunización buena parte de los integrantes de las Fuerzas Armadas.

El plan, que de momento no ha sido comunicado de forma interna, implicará la vacunación en primer lugar de las unidades más expuestas al riesgo de contraer el virus y aquellas cuya operatividad es indispensable para el buen funcionamiento de las Fuerzas Armadas. Unidades «sensibles» donde no se pueden permitir, explican fuentes militares, perder efectivos o someterse a las cuarentenas de rigor ante un contacto estrecho. La sanidad militar, la logística, el Mando de Operaciones o áreas específicas de la seguridad serán los primeros en recibir las vacunas.

Con esta estrategia para los militares, el ministerio que dirige Margarita Robles se ‘independiza’ de la estrategia de vacunación que el Ministerio de Sanidad pactó con las comunidades autónomas a través del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Un documento que consta de 3 fases, pero que sólo tiene definida la primera, la actual, por la que se están vacunando el personal sanitario y los internos de residencias de mayores y su personal laboral. El resto de colectivos esenciales, como policías, militares o profesores, está previsto que se incluyan en la fase 2, que debería comenzar el próximo mes de marzo, pero para la que todavía no hay ningún plan por escrito.

En base a ese documento, ningún otro colectivo no incluido en la fase 1 podría iniciar su vacunación. Pero el criterio de servicio público de los militares, el argumento que ha esgrimido el departamento de Robles, se ha impuesto en el Consejo de Ministros.

Sin planes para la fase 2

El Gobierno no tiene actualmente planes de vacunación más allá de marzo. No hay, de momento, nada más allá en el calendario de Moncloa ni en el del Ministerio de Sanidad. No se han establecido plazas, ni se han determinado nuevos grupos de población que recibirán la vacuna en primavera ni tampoco se ha fijado el alcance total de la segunda fase. En el documento que recoge la estrategia del Ejecutivo para la vacunación, todos estos detalles figuran como «pendientes de anunciar».

Pese a ello, el Ejecutivo de coalición sigue manteniendo su previsión más optimista de cara al verano: 7 de cada 10 personas en España estarán inmunizadas frente al virus. La estrategia de vacunación ha quedado en manos del Grupo de Trabajo Técnico multidisciplinar, un comité creado ex profeso para diseñar el plan de inmunización, que depende dependiente de la Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.

Sánchez prescinde de los militares

Mientras, y pese a la lentitud con la que se está llevando a cabo la vacunación casi de forma generalizada en España, el Gobierno se resiste a involucrar a los militares en las tareas de inoculación de las dosis.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez rechazó hasta en dos ocasiones echar mano del Ejército para acelerar estas labores. El ofrecimiento del Ministerio de Defensa, que terminó haciendo público Margarita Robles, fue desestimado en las reuniones del Comité de Seguimiento del Coronavirus que preside Sánchez cada dos semanas. Sanidad, en cambio, respaldó la propuesta ante la previsión de que el ritmo de la campaña de vacunación no alcanzase unos mínimos en algunos puntos de España.

Según cálculos internos de las Fuerzas Armadas, un equipo 15 sanitarios militares podrían vacunar a más de un millar de personas diariamente.

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