Puigdemont irá a la investidura a principios de agosto sin acuerdo con ERC y dispuesto a ser detenido
Puigdemont prometió estar presente en Cataluña en caso de un debate de investidura suyo o de Illa
Carles Puigdemont irá a la investidura en el Parlament de Cataluña a principios del mes de agosto. Tenga o no acuerdo alguno firmado con ERC, a cambio de sus votos, pese a que no sean suficientes. Cuente o no con los apoyos para ser investido, algo altamente improbable. El candidato de Junts ya ha transmitido al presidente de la Cámara, Josep Rull, su voluntad de someterse al debate de investidura para cumplir así con su promesa de retornar a España. Su equipo jurídico ya trabaja, también, en la estrategia de defensa en caso de detención en virtud de la orden de detención vigente y una posible entrada en prisión provisional. Rull convocará previsiblemente antes de acabar el mes de julio una ronda de contactos para proponerle.
Puigdemont, tal como reveló OKDIARIO hace unos días, tiene previsto entrar en España a través de la frontera hispano-francesa formando una gran comitiva de vehículos y un autobús lleno de periodistas retransmitiendo el momento. Eso podría ocurrir el fin de semana del 27 y 28 de julio, cuando Junts ha organizado un gran acto de exaltación en apoyo a los fugados en el sur de Francia. Momento, según explican en su entorno, en el que se podría producir ese cruce de la frontera que hace menos de una semana ya experimentó la secretaria general de ERC, Marta Rovira. De hecho los planes de retorno inminentes de Puigdemont, explican, tienen mucho que ver con el hecho de que la vuelta de Rovira les ha pillado con el pie cambiado. Pues querían escenificar una llegada conjunta.
Las nuevas previsiones de Junts y del propio Carles Puigdemont, explican las mismas fuentes, pasan por aprovechar la falta de un acuerdo cerrado entre el PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa. Aunque los dos partidos están negociando, a día de hoy no existe ni tan siquiera un preacuerdo en asuntos mollares. Por lo que Illa, en esta nueva ronda de consultas, volverá a transmitir a Rull que no cuenta con los apoyos y que necesita más tiempo. Puigdemont, que tampoco contará con los apoyos, sí estará dispuesto a acudir al debate de investidura en el Parlament. Será su primer discurso en la Cámara catalana desde que fue cesado en 2017. En la votación obligará a ERC a posicionarse a favor o en contra de su investidura, algo que puede ser incómodo para los de Marta Rovira en caso de repetición electoral.
Pero antes de subirse al atril del hemiciclo del Parc de la Ciutadella para pedir la confianza de la Cámara, Carles Puigdemont necesita llegar al Parlament. Y eso, con una orden de detención activa en territorio nacional por los delitos de malversación y desobediencia, no será tarea fácil. A diferencia de lo que ha ocurrido hasta ahora, cuando su defensa ha evitado a toda costa el arresto, tanto Puigdemont como sus abogados sí están dispuestos ahora a dejar que detengan al ex president de la Generalitat. Creen que eso serviría para agitar las calles y que posiblemente ni tan siquiera ingresaría en prisión provisional. De producirse ese ingreso, no obstante, su abogado Gonzalo Boye recurrirá a los estamentos que proceda. De hecho los letrados ya están preparándose para ello, según ha podido saber este periódico.
Hace unos días el presidente del Parlament de Cataluña, Josep Rull, ya avisó de que el candidato de Junts a la presidencia de la Generalitat, Carles Puigdemont, «no será detenido» dentro de la cámara catalana mientras él la presida. Rull recordó que en el Parlament hay un protocolo vigente para este tipo de casos y se encargará personalmente de que se «cumpla íntegramente». «La policía, mientras yo sea presidente del Parlament, no entrará a detener o retener a nadie. Y si lo tiene que hacer, al primero que tendrán que detener es a mí mismo», defendió el máximo responsable del legislativo catalán, que apuntó que la cámara catalana es el templo de la democracia, textualmente.
Josep Rull, al que Puigdemont situó como presidente del Parlament para defender precisamente su derecho a acudir al debate de investidura, afirmó que el escenario de una investidura con la policía esperando fuera para detener a Puigdemont «sería una imagen absolutamente lamentable, terrible» que, según él, volvería a demostrar que Cataluña no está en una situación normal. En Junts han sostenido siempre que Puigdemont estaría presente para la investidura, tanto si es la suya como si no, arriesgándose a ser detenido.
Los 135 diputados catalanes tienen de plazo hasta el 26 de agosto para investir a Illa o Puigdemont como president de la Generalitat. La cuenta atrás de dos meses empezó a correr el pasado 26 de junio, cuando Rull celebró un pleno equivalente al de un debate de investidura fallido. Si el 26 de agosto no se ha elegido a un nuevo president catalán, se disolverá el Parlament y se convocarán automáticamente elecciones para el próximo 13 de octubre.
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