Los proetarras ‘agradecen’ a Sánchez el acercamiento de presos acusando de «torturas» a la Guardia Civil
Los batasunos siguen hablando de "conflicto" mientras sus socios de PSOE y Podemos esgrimen que "ETA no existe"
El Gobierno acerca a la etarra que ayudó a matar al socialista Lluch en el 20 aniversario de su asesinato
Sortu, el partido de Arnaldo Otegi que integra la coalición EH Bildu, junto a EA, Aralar y Alternatiba, ha señalado en las redes sociales a la Guardia Civil tras el acuerdo presupuestario con el Gobierno socialcomunista, un pacto que pasa por el acercamiento de los presos de ETA y la concesión de otros beneficios penitenciarios. Así, la manera de los proterras de agradecer tales gestos al Ejecutivo socialcomunista ha sido acusar falsamente de «torturas» al Instituto Armado.
La formación heredera de la ilegalizada Batasuna ha puesto en la diana a la Benemérita a través de una de sus cuentas oficiales en Twitter, en este caso, la de Sortu en Navarra. Mostrando a tres agentes del Instituto Armado encapuchados, pertenecientes a los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS), en una imagen de un registro en Villava hace unos años, los herederos de la marca política de ETA han cargado contra la Guardia Civil recurriendo una vez más al bulo de «torturas sistemáticas» a etarras y han subrayado que ello revela «la existencia de conflicto y la participación de diferentes actores». De este modo, los proetarras siguen hablando de «conflicto» mientras sus socios de PSOE y Podemos esgrimen que «ETA no existe» para estrechar sus manos y humillar a las víctimas.
Así mismo, en lo que no es sino toda una declaración de intenciones, Sortu ha advertido en la misma cadena de mensajes que hará lo posible para que «se reconozca la realidad de la tortura para avanzar en la resolución de las consecuencias del conflicto y dar pasos hacia la justicia transicional». En esta línea, el partido de Otegi ha manifestado que el «régimen del 78 ha utilizado la tortura para obstaculizar el ejercicio de los derechos de este pueblo y, mediante la violencia, imponer el enfrentamiento».
Fue precisamente el secretario general de Sortu y diputado de Bildu en el Parlamento vasco, Arkaitz Rodriguez, condenado por pertenencia a la banda terrorista ETA, el que afirmó hace dos semanas, tras conocerse la alianza con el Ejecutivo de PSOE-Podemos, que «vamos a Madrid a tumbar definitivamente el régimen». Unas palabras que llegaron justo después de que el vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, incluyera a los batasunos en la «dirección de Estado».
Además, Sortu ha usado la cuenta de su delegación en Navarra para vincular las falsas «torturas» a las condenas de presos de ETA. «Muchas personas han pasado años en prisión o permanecen en prisión como resultado de declaraciones realizadas bajo tortura», ha sostenido el partido de Otegi.
Y ello, mientras el Gobierno de Pedro Sánchez continúa acelerando el acercamiento de los reclusos de la banda tras el sí de EH Bildu a sus Presupuestos en el Congreso y en la Cámara foral de Navarra. De hecho, el Ejecutivo socialcomunista ya ha acercado a 17 etarras desde que Otegi anunció su apoyo a las cuentas. Este mismo jueves, se conoció el traslado de otros seis presos etarras a prisiones próximas al País Vasco y Navarra. Entre ellos, el que fuera jefe militar de ETA José Javier Arizcuren Ruiz, Kantauri, que ordenó matar al edil socialista en San Sebastián Fernando Múgica, al concejal del PP en Sevilla Alberto Jiménez-Becerril y su esposa Ascen, y ordenó el atentado frustrado contra el Rey Juan Carlos o el secuestro de Ortega Lara.
Entre esos seis traslados se encuentra también el de la etarra Lierni Armendariz, condenada por su participación en el asesinato del socialista Ernest Lluch, el que fuera ministro de Sanidad durante el primer Gobierno de Felipe González. Su acercamiento, de la prisión de Pontevedra a la de Cantabria, coincide en el tiempo con el 20 aniversario del asesinato de Lluch. Una efeméride a la que se refirió hace unos días el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su cuenta de Twitter, pero evitando utilizar la palabra «ETA» (escribió «terrorismo») en sus condolencias para no molestar a su socios. Otro guiño más después de que el pasado septiembre, el jefe del Ejecutivo diera el pésame a EH Bildu en el Senado tras el suicidio de un etarra.
Foto con el busto de Lluch
Entre tanto, el Congreso de los Diputados, controlado por PSOE y Podemos bajo la presidencia de la socialista Meritxell Batet y lugar donde se ha materializado el acuerdo de Pedro Sánchez con los proetarras, celebrará el lunes un acto de homenaje a Ernest Lluch con motivo de los 20 años de su asesinato a manos de ETA. El evento tendrá lugar en la sala del Congreso que lleva su nombre y al mismo acudirá el sobrino del ex socialista, Enric Lluch, el presidente de la Fundación, Joan Majó, y el colaborador Félix Lobo, que hará una semblanza del ex ministro y un recorrido por su trayectoria.
En el acto también participarán ex titulares de Sanidad que han ocupado la cartera durante los distintos gobiernos de la democracia, como la vicepresidenta segunda del Congreso, Ana Pastor. Antes de comenzar el evento, Meritxell Batet, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, Enric Lluch y Joan Majó se harán una foto junto al busto de Ernest Lluch.