Crisis migratoria

El policía muerto por Covid volvió con síntomas a la Península en un vuelo regular lleno de pasajeros

Antonio y sus 44 compañeros de la UIP compartieron avión con población civil durante más de dos horas.

El policía muerto por Covid volvió con síntomas a la Península en un vuelo regular lleno de pasajeros
Antonio Martín, el agente fallecido por Covid.
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Cada nuevo dato que averigua OKDIARIO sobre los hechos que rodearon el fallecimiento del policía muerto por Covid Antonio Martín tras haberse contagiado de Covid en Canarias es más difícil de entender que el anterior. Antonio y el resto de sus compañeros llegaron a Gran Canaria el día 16 de diciembre con una orden específica: custodiar, ayudar y trasladar a los inmigrantes ilegales llegados desde costas africanas hasta las islas durante las siguientes dos semanas, hasta el 30 de diciembre.

El operativo debía desplegarse tanto en el muelle de Arguineguín como en el campamento de Barranco Seco, lugar al que son trasladados los inmigrantes irregulares tras su llegada al muelle, donde se someten a un proceso de triaje como parte del protocolo de protección sanitaria contra el Covid-19.

Primeros síntomas 

Con 23.000 inmigrantes irregulares llegados en el último año a las islas, sólo 1.400 la última semana del año, Gran Canaria se ha convertido sin duda en un lugar de trabajo peligroso desde el punto de vista sanitario para los profesionales que están ejerciendo en la zona.

Por eso, sorprende lo que sucedió con el regreso de Antonio Martín y su equipo. Al parecer sólo dos días antes de regresar a Málaga, el policía muerto por Covid empezó a sentir una molesta tos. De hecho, su compañero de habitación recuerda perfectamente que Antonio estuvo tosiendo durante las noches previas a que tuvieran que regresar. Le restaron importancia.

El agente muerto por Covid padecía una afección respiratoria que si bien no le incapacitaba para trabajar si que le resultaba molesta de vez en cuando. De hecho, la pudo controlar como otras veces con la medicación habitual. Pese a todo, el propio compañero de Antonio expresó a otros agentes su profunda preocupación cuando el lunes pasado recibió el mazazo de la muerte del agente: «Que me vas a contar. Soy su compañero de habitación. Si no lo tengo yo, es que no lo pillo. Después de 15 días durmiendo a su lado. Nos hacen un test a la llegada el día 30 que no sirve para nada. Dos que se han hecho PCR a posteriori, dos positivos».

Lo que ni Antonio ni su compañero ni los otros más de 40 agentes podían saber es que la tos era seguramente síntoma del virus contraído durante su estancia en Canarias. Todos embarcaron a las 9 de la mañana del día 30 en un vuelo con destino a Málaga compartido con otros 200 pasajeros aproximadamente. Los agentes consultados por este diario recuerdan al menos que el avión voló sin una sola plaza libre. Durante más de dos horas el policía muerto por Covid compartió habitáculo con todo un pasaje.

A su llegada a Málaga todos los agentes fueron conducidos a su comisaría provincial para someterse a una prueba de antígenos que dio negativo en todos los casos. Al día siguiente una PCR en el hospital revelaba el fatal error. Antonio había contraído Covid-19 y 72 horas después eso le iba a costar la vida.

Se pagan los PCR

¿Han oído hablar de los rastreadores? Seguro que sí. Su labor es contactar con todo aquel con el que un contagiado haya tenido contacto estrecho después de haberse confirmado su contagio para poder hacerle un seguimiento y pruebas diagnósticas si fuera necesario. En el caso de Antonio, las pruebas PCR han sido para los cinco agentes que formaron su dotación de servicio en Canarias y otro más que voló sentado con él en el avión. Al resto de los compañeros, nada. La gran mayoría han optado por pagarse las pruebas ellos mismos y averiguar si Antonio, o el foco que contagió a Antonio, les pudo transmitir el virus. Por ahora no hay positivos, pero haber traído de vuelta a un policía positivo en Covid en un avión comercial lleno hasta arriba merecería que Interior estuviera un poco más atento a la evolución de todos los que estuvieron cerca de Antonio antes de que el hombre acabara ingresado en el hospital.

Las críticas de los policías hacia Interior por las medidas de protección frente al virus son constantes desde el inicio de la pandemia. Los agentes exigen, por ejemplo, que las comisiones de servicio se limiten a las estrictamente esenciales y un protocolo y medios adecuados que permitan a los policías comisionados regresar de forma segura a su destinos de origen, para asegurar así su propia salud, la de sus compañeros y familias.

Como ya informó este periódico, el Ministerio del Interior decidió hace semanas reforzar la presencia policial en Gran Canaria valiéndose de las Unidades de Intervención Policial de otras islas de las Canarias y también de otras provincias españolas por el elevado número de inmigrantes irregulares que estaban llegando a Gran Canaria y que estaba haciendo especialmente complicado su custodia.

De hecho, en OKDIARIO ya hicimos pública la denuncia de un agente que presentó una queja formal a sus superiores porque uno de sus jefes le había prácticamente obligado a realizar personalmente un traslado de inmigrantes desde Arguineguín hasta Barranco Seco. El comportamiento de ese superior fue corregido ante la peligrosidad sanitaria que implicaba que un policía llevara a cabo una actividad reservada a personal sanitario preparado y con las medidas de protección oportunas.

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