divulgador científico y cofundador de la Sociedad Balear de Matemáticas

Josep Lluís Pol: «Guillem Sagrera fue el inventor de la escalera de caracol sin eje central»

"El 'carretó de batre' solía utilizar una piedra con siete aristas. El 7 es un número mágico con mucha simbología"

"En Mallorca los números más relevantes coinciden con los de la simbología cristiana y son, entre otros, el 7, el 12 y el 40"

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El divulgador científico y profesor de matemáticas ahora jubilado Josep Lluís Pol (Palma, 1964) cuenta en esta parte de la entrevista que el escultor y maestro de obras Guillem Sagrera fue el inventor de la escalera de caracol sin eje central. Fue toda una novedad puesto que este tipo de escalera permite ganar luz y transportar elementos por medio del hueco central. En La Lonja de Palma construyó dos de estas escaleras y Gaudí otras dos en la Sagrada Familia. También habla de la relación con las matemáticas del carretó de batre, con su piedra de siete aristas. El 7, según explica, es un número mágico y con mucha simbología en el mundo occidental.

P.-En su libro Patrimoni i cultura matemàtica a les Illes Balears habla del maestro de obras y escultor mallorquín Guillem Sagrera. Cuenta que es el inventor de la escalera de caracol sin eje central. 

R.-Es así. Yo esto lo descubrí en Sevilla, precisamente bajando de una visita a unas terrazas. El arqueólogo sevillano, nada sospechoso de ser pro mallorquín, nos habló precisamente de que íbamos a bajar por un caracol mallorquín y entonces le pedí por qué le había puesto esa denominación. Y bueno, en la comunidad de investigadores históricos parece que está bien documentado que la primera persona a la que se le ocurre que una escalera de caracol estrecha puede prescindir de su eje es a Guillem Sagrera. Con esta escalera  ganamos dos cosas: podemos subir y bajar cosas con una cuerda y ganamos luz. La primera escalera de caracol sin eje la construyó Sagrera en la Lonja de Palma.

P.-¿Hay más ejemplos de escaleras de caracol sin eje diseñadas por Guillem Sagrera?

R.-Bueno, a partir de esas se hicieron algunas. Guillem Sagrera hizo dos en la Lonja. También construyó el castillo de Nápoles. La escaleras de caracol diseñadas por Gaudí en la Sagrada Familia siguen el patrón de Guillem Sagrera.

P.-¿Ha tenido Mallorca un calendario propio?

R.-Calendario propio no me consta. Sí que tuvo un sistema de medir las horas en Palma, que le llamaban las horas babilónicas, en el cual el reloj se ponía a cero al salir el sol y se volvía a poner a cero al ponerse. De esta forma, el reloj empezaba desde cero la noche y el día, y por eso los días en verano podían tener hasta 14 horas y en invierno a las ocho o nueve horas se terminaban.

P.-Antes hemos hablado del trigo y de la harina. Según explica en sus obras, un elemento importante para separar el trigo de las espigas ha sido hasta mediados del siglo XX el carretó de batre. Es una pieza de piedra viva de siete puntas o aristas. La piedra, colocada en un armazón de madera, era estirada por una bestia e iba rodando por encima de las garbes extendidas mientras el animal daba vueltas. ¿Por qué estas piedras eran siempre de siete aristas?

R.-Por tradición se trillaba con estas piezas de siete aristas. Seguramente si fueran más aristas entonces rompería peor la espiga de trigo y si fueran menos costaría mucho rodar. Entonces parece que ese siete, que en realidad es el primer número que no podemos construir con regla y compás según la norma de Euclides, parece ser que sería un poco el ideal para que realmente ese carro cumpliera con su función.

P.-Aparte de esto, el número siete creo que es importante en el mundo occidental. Tiene muchos significados. 

R.-Históricamente ha sido un número simbólico por excelencia. Por ejemplo, en la Biblia se dice que Dios creó el mundo en seis días, pero que el séptimo  descansó. Siete son los días de la semana. El siete tiene mucha fuerza en el ámbito de la religión cristiana. Es también la suma de cuatro más tres, porque cuatro serían los elementos de la Tierra y tres sería la Santísima Trinidad, que sería lo espiritual. Entonces, la unión de lo espiritual con lo terrenal, es decir, la totalidad, vendría representada por ese siete.

P.-También explica en el libro Patrimoni i cultura matemàtica a les Illes Balears la presencia del siete en el Quadrívium de Arquites. 

R.-Efectivamente, tenemos el Trívium de Zenó de Elea (siglo V antes de Cristo) y el Quadrivium de Arquites (s. IV aC) que suman las siete artes liberales. El Trívium son la lógica, la gramática y la dialéctica. Son, por consiguiente, el arte de pensar bien, de escribir bien y de hablar bien. Y el Quadrivium de Arquites son las ramas más asociadas a la ciencia: la aritmética que trataría sobre los números en reposo, la geometría, que son las figuras y si ponemos los números en movimiento, tendríamos la música. Con las figuras en movimiento, tendríamos la astronomía.

P.-El siete parece ser un número con mucha relevancia en todo Occidente. ¿En Mallorca hay algún número mágico concreto?

R.-En Mallorca los números con más relevancia, especialmente en el ámbito de la cultura popular, de los refranes, etcétera, coinciden lógicamente con los números cristianamente relevantes a nivel de simbología, que son el 40, el siete, el 12…

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